“Se podrán hacer todos los estudios que se quiera, pero la Naturaleza es tozuda y acaba demostrando la verdad”. De esta manera resume Pascual Soriano, presidente de la Asociación en Defensa del Agua de Los Vélez, lo que parece que está ocurriendo en los últimos años: la relación entre la extracción de agua de pozos para regar los cultivos intensivos de lechugas en la zona de María y Orce y el nivel de los acuíferos de la Sierra.
“Se ha sembrado un 15% de lo que se cultivó en 2016, pasando de 700 hectáreas a 50 y la consecuencia ha sido que la Fuente de los Molinos ha vuelto a sus niveles de antes”, asegura Soriano. De hecho, el caudal ha pasado de 30 litros por segundo a más de 52, “ahora, por el manantial salen más de 20 litros por segundo más que antes y en Vélez Rubio no hay problemas de agua”.
No se fían
Aunque la situación pinta mejor, los vecinos de Los Vélez no las tienen todas consigo y no se fían de que en una segunda cosecha no vuelvan a plantar las 700 hectáreas. “No sabemos qué ha pasado, nadie nos ha explicado el por qué del descenso en las hectáreas plantadas, así es que no podemos fiarnos”, comenta Pascual Soriano.
Por ello, en la asamblea celebrada la noche del jueves, se decidió que hay que mantener vivas las reivindicaciones y seguir defendiendo los acuíferos. “La dinámica de informes y contrainformes ya no sirve para nada. Ahora las presiones tienen que ser políticas”, asegura el presidente de la Asociación. En su opinión, ha llegado la hora de los alcaldes. “Un alcalde apoyado por sus vecinos tienen mucha más fuerza de lo que se cree. Nuestros alcaldes tienen que ser valientes”, insiste Soriano. Lo cierto es que la próxima semana habrá una reunión de la Junta Directiva de la Asociación y los acaldes de Los Vélez para ver qué medidas de presión se adoptarán de ahora en adelante.
“Hay vecinos que están dispuestos a tomar medidas más radicales y dicen que si hay que cortar carreteras, se cortan”, advierte el presidente de la Asociación quien se muestra partidario de no llegar a esos extremos, aunque entiende que el agricultor o el ganadero que lo puede perder todo, esté dispuesto a cualquier cosa. Lo que está claro es el interés y preocupación de los vecinos por el futuro de los manantiales de Sierra María, algo que ha quedado patente una vez más: entre 250 y 300 personas acudieron a la asamblea del jueves, superando las expectativas de los propios convocantes.
Sin noticias de las administraciones
Durante la asamblea del jueves se repasaron las actuaciones llevadas a cabo desde septiembre, cuando se constituyó la Asociación. Y una de las cuestiones planteadas fue la ausencia de respuesta a las cartas enviadas a las administraciones: Bruselas, Ministerio, confederaciones del Segura y del Guadalquivir, Junta de Andalucía y Defensor del Pueblo. “De todos ellos, solo ha mostrado interés el Defensor del Pueblo, que ha tomado cartas en el asunto. El consejero andaluz contestó para decirnos que no era de su competencia. De los demás, nada de nada; ninguno nos ha contestado”, lamenta Pascual Soriano.
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