"La Pequeñica es una obra barroca de calidad superior"

Por las manos expertas de Joaquín Gilabert han pasado algunas de las tallas más importantes de la provincia.  
“La Virgen del Saliente es una obra barroca de calidad superior. No hay nada parecido. El tamaño, la perfección, su complejidad...” dice el restaurador encargado de llenar de color de nuevo esta espectacular talla durante la restauración de 2014 y que ha hecho 'brillar' la imagen durante la celebración de su Tricentenario y el Año Jubilar del Santuario del Saliente de Albox.

Ante la gran preocupación por parte del Consejo Rector del Santuario por los graves problemas que presentaba la imagen, se decidió realizar un estudio pormenorizado sobre su estado de conservación, para posteriormente redactar un proyecto de intervención y proceder a su restauración.

Vistas las alteraciones y los datos técnicos, se propuso una intervención integral con carácter de urgencia, que tuvo como objetivos la eliminación de los daños y la aplicación de los tratamientos de restauración que exigía la obra, y confiaron en Gilabert para llevar el trabajo a cabo.

Proceso
En un primer lugar se consolidó la policromía, fijando todas las zonas que presentaban peligro de desprendimiento. El tratamiento siguió con la limpieza, para lo que se procedió a la realización de un test de solubilidad para determinar el disolvente o la mezcla adecuada de ellos, los niveles de limpieza y el método más adecuado e inocuo para eliminar la suciedad superficial repintes y barnices alterados. Una vez finalizada la limpieza, se procedió a la consolidación y reconstrucción de soporte. Solo se reconstruyeron aquellas zonas donde había datos suficientes para ello, usando el mismo tipo de madera que la original.

Seguidamente se estucaron y se enrasaron las pérdidas de estratos pictóricos con estuco tradicional. Finalmente se reintegraron cromáticamente las lagunas de policromía con técnica acuosa y pigmentos al barniz, diferenciando a muy corta distancia las zonas intervenidas con respecto al original. Como protección final se le aplicó una fina capa de barniz.  Con el tratamiento de restauración efectuado en la escultura, se ha devuelto consistencia y fortaleza al soporte, y se ha restituido el valor estético de la imagen: una puesta en valor tanto funcional como estética de la misma.

La talla estaba muy deteriorada
La imagen se encontraba muy deteriorada, siendo sometida a lo largo de su historia a diversas intervenciones poco afortunadas, que son en sí mismas agentes de deterioro. Inestabilidad y pérdidas de soporte, suciedad, barnices alterados, repintes, desgastes y lagunas de policromía, cuarteados generalizados y levantamientos, golpes, arañazos, excrementos de insectos, goterones de cera y zonas calcinadas. Además, una inadecuada manipulación con las causas de su mal estado de conservación.