La Junta busca el apoyo de Diputación para la línea eléctrica Vera-Baza

La delegada de Gobierno se ha reunido con Gabriel Amat para trasladarle la importancia del proyecto

Reunión de Gracia Fernández con Gabriel Amat.
Reunión de Gracia Fernández con Gabriel Amat.
La Voz
20:48 • 04 dic. 2017

La delegada del Gobierno andaluz en Almería, Gracia Fernández, se ha reunido con el presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Amat, para trasladarle la importancia que tiene para el desarrollo social, económico y energético de la provincia de Almería la construcción de la línea eléctrica Vera-Baza-Caparacena.




Alegaciones
En la reunión, en la que también han participado el delegado territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Miguel Ángel Tortosa López, y el diputado y alcalde de Almócita, Francisco García, la delegada de Gobierno también ha informado al a la Diputación almeriense de las alegaciones presentadas por la Junta de Andalucía el 30 de noviembre a la decisión del Gobierno central de no incluir esta infraestructura en la Planificación de la Red de Transporte Eléctrico 2015-2020.




El Gobierno andaluz ha reiterado las alegaciones ya incluidas en la justificación remitida en julio de este año al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, elaborada junto a todos los agentes de las comarcas almerienses y granadinas afectadas, empresas, 97 ayuntamientos y las dos diputaciones provinciales, independientemente de su color político. 




Este informe de justificación, que la Junta se comprometió con el ministro Álvaro Nadal a presentar para avalar la necesidad del eje eléctrico, señala entre otras cuestiones que el 62% de los municipios han perdido inversiones y empleos por la falta de capacidad de suministro eléctrico y que el 81% de los municipios almerienses de las comarcas Norte y Levante ha perdido habitantes en los últimos años y su población sufre un índice de envejecimiento progresivo.




En consecuencia, desde la Junta de Andalucía se señala que la no construcción de la línea Vera-Baza-Caparacena supone condenar a más de 540.000 personas -150.000 de la provincia almeriense- al subdesarrollo, el aislamiento y la despoblación e incumplir los objetivos europeos en materia de uso de renovables, además de cerrar puertas al desarrollo de este sector estratégico, a pesar de las condiciones naturales óptimas de la zona tanto para la energía solar como para la eólica.







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