Los pantanos comienzan el año con la mitad de agua embalsada que en 2017

Los embalses de Almería han comenzado el año con unas reservas muy por debajo de cu capacidad, lo que plantea una situación muy preocupante. Según los datos del servicio de información hidrológica de la Consejería de Medio Ambiente, los dos pantanos con los que cuenta la provincia de Almería tenían ayer, 5 de enero, 14 hectómetros cúbicos de agua embalsada, exactamente la mitad que en esta misma fecha de hace un año, cuando entre los dos sumaban 28 hectómetros cúbicos. La capacidad total de ambos es de 220 hm3.

El pantano de Benínar, situado en el municipio de Berja y con una capacidad de 62,9 hectómetros, tiene 5,1, frente a los 8,1 que tenía en enero de 2017. El de Cuevas del Almanzora, con capacidad para157,8 hectómetros, dispone de 8,8, mientras que hace un año superaba los 19,7 hm3. Según estos datos, el embalse de Benínar se encuentra actualmente al 8,2% de su capacidad y el de Cuevas al 5,6%. 

Situación crítica
Después de meses sin apenas precipitaciones significativas, los recursos hídricos con los que cuenta la provincia de Almería, sin contar el agua proveniente de desaladoras, se encuentran en situación crítica. A esto hay que sumar que no se puede garantizar que se autoricen más trasvases Tajo-Segura, dada la situación que también atraviesan los embalses de cabecera de esta cuenca. Lo mismo ocurre con el trasvase Negratín-Almanzora, igualmente suspendido. 

Aunque son los agricultores los más amenazados por la escasez de agua, desde la Junta de Andalucía ya se ha advertido de que, de seguir así las cosas, se tendrá que declarar situación de sequía y poner en marcha una serie de medidas encaminadas a garantizar el agua para el consumo humano. 

Una circunstancia que no gusta en el sector agrícola, ya que supondría restricciones para el agua destinada al riego, mientras que lo que demandan son más inversiones por parte de las administraciones públicas. 

Tejerina advierte
La ministra de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, también ha advertido de que la situación hidrológica es de una especial gravedad cuando se han cumplido cuatro años ya de escasez de lluvias y el país se encamina a un quinto año seco, si no cambia la meteorología. 

García Tejerina ha reconocido que va a ser muy difícil, cunado no inviable, mantener las dotaciones del regadío en 2018 sin afectar el abastecimiento de las poblaciones. Sus palabras abren la puerta a la aplicación de restricciones en el agua que se destina a los riegos en las explotaciones de las provincias de Almería, Murcia y Alicante.