La zona en la que se ha desarrollado la búsqueda del niño desaparecido comenzó rastreando un radio de unos 10 kilómetros y fue ampliándose a lo largo de la jornada. Se comenzó recorriendo las proximidades de Las Hortichuelas, donde se encuentra la casa de la abuela, y donde el pequeño Gabriel desapareció.
Dado que este núcleo se encuentra a unos cinco kilómetros de la localidad de Las Negras, ya en el litoral nijareño, también se desplazaron medios hasta los acantilados que bordean la costa. Al mismo tiempo, la búsqueda se extendió por la zona del valle de Rodalquilar, próximo también a Las Hortichuelas.
Según han explicado a este periódico agentes de Medio Ambiente, se trata de un terreno complicado, en el que hay bocas de las antiguas minas de oro que, aunque están señalizadas, algunas de ellas están abiertas y, además, por el suelo se encuentran pozos utilizados para la ventilación de estas galerías mineras. Por lo demás, el terreno está cubierto de monte bajo, con algunos arbustos, pero sin espacios de arbolado frondoso.
Agentes de Medio Ambiente recorrieron toda la zona tanto en vehículos oteando con prismáticos como a pie, rastreando cualquier pista que pudiera ayudar a dar con Gabriel Cruz.
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