Carmen López
01:00 • 31 ago. 2011
Comienza el curso político con la llegada de septiembre y lo hace con unas elecciones generales a la vista, otras autonómicas en perspectiva y en pleno momento de reformas y cambios. En la provincia los ánimos andan algo crispados, nada ajena a lo que está sucediendo y lo que se avecina.
La reforma constitucional que pondrá techo al endeudamiento de las administraciones ha caldeado los ánimos sindicales, que esta misma tarde se movilizan en Almería para manifestar su desacuerdo.
José Ginel, secretario general de UGT-Almería, estima que “el inicio del curso político se ve muy crispado por la reforma constitucional, que irá al senado el 6 de septiembre y que rompe el consenso en torno a la Carta Magna”, a ello añade que “estamos en un periodo intenso de campaña electoral y va a ser una etapa intensa porque todos quieren ganar por mayoría”.
Sindicalmente “va a ser un otoño calentito” y está en marcha tod la maquinaria movilizadora porque las reformas laborales que está acometiendo el gobierno tampoco gustan a los sindicatos. “No se están favoreciendo los derechos e intereses de los trabajadores”. Según Ginel, el Gobierno “no para de hacer reformas y está apretando a los trabajadores con las aprobadas por Decreto Ley, con esos contratos de formación hasta los 30 años, rompiendo un acuerdo tripartito. Ha modificado, además, el Estatuto de los Trabajadores, permitiendo el encadenamiento de contratos temporales, algo de lo que los empresarios van a abusar”.
No comparten los empresarios ese sentir, aunque tampoco están de acuerdo con la reforma laboral del Gobierno. El presidente de Asempal, Miguel Uribe, cree que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno “son nefastas”. “La reforma laboral son pequeños parches que, aunque van en el camino adecuado, no crean empleo; y el que quieran que las empresas adelanten el impuesto de sociedades, perjudica a las empresas que son las que crean empleo”, critica.
Sí considera Uribe necesaria la reforma constitucional y cree que las elecciones generales “se prevén muy curiosas, con un PSOE donde el candidato se desmarca del Gobierno del que forma parte”. Cree que “la situación está mal y lo que hacen falta son grandes pactos y acordar grandes reformas” y que la incertidumbre para Almería concretamente está ahora en los mercados. “Esa es la gran incógnita en Almería, ver cómo se comportan con respecto a la agricultura almeriense después de lo de la E.Coli”, apunta.
Los dos partidos políticos mayoritarios, por su parte, son conscientes de la importancia de las próximas elecciones generales. PSOE y PP se juegan mucho y en Almería ya saben con qué armas van a luchar para tratar de arañar votos. Desde el PP, su secretario provincial, Javier Aureliano García, señala que el esfuerzo va a ser mucho para trasladar su proyecto político a todos los rincones de la provincia. “Almería se juega mucho y el balance que ha dejado Zapatero son más de 100.000 parados en la provincia. No sabemos si va a ser un otoño caliente o no, pero vamos a estar pendientes de trasladar nuestro programa y nuestras propuestas. Vamos a movilizar a todos nuestros alcaldes, concejales y militantes en una campaña austera”, dice.
Desde el PSOE, su responsable en la provincia, José Luis Sánchez Teruel, que se enfrenta a sus primeras elecciones al frente de los socialistas almerienses, tiene claro que tienen que “hacer toda la movilización necesaria para que los ciudadanos sepan que hacen falta importantes decisiones que repercutirán de una u otra manera en los ciudadanos, en función de quién gobierne, condicionando el futuro”.
Según Teruel, los ciudadanos “tienen que saber también qué está haciendo el PP, despidiendo interinos, haciendo recortes sanitarios y sociales en las comunidades en las que gobierna”.
El curso político comienza y no son pocas las asignaturas pendientes del aprobado ni los intereses que hay en juego.
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La reforma constitucional que pondrá techo al endeudamiento de las administraciones ha caldeado los ánimos sindicales, que esta misma tarde se movilizan en Almería para manifestar su desacuerdo.
José Ginel, secretario general de UGT-Almería, estima que “el inicio del curso político se ve muy crispado por la reforma constitucional, que irá al senado el 6 de septiembre y que rompe el consenso en torno a la Carta Magna”, a ello añade que “estamos en un periodo intenso de campaña electoral y va a ser una etapa intensa porque todos quieren ganar por mayoría”.
Sindicalmente “va a ser un otoño calentito” y está en marcha tod la maquinaria movilizadora porque las reformas laborales que está acometiendo el gobierno tampoco gustan a los sindicatos. “No se están favoreciendo los derechos e intereses de los trabajadores”. Según Ginel, el Gobierno “no para de hacer reformas y está apretando a los trabajadores con las aprobadas por Decreto Ley, con esos contratos de formación hasta los 30 años, rompiendo un acuerdo tripartito. Ha modificado, además, el Estatuto de los Trabajadores, permitiendo el encadenamiento de contratos temporales, algo de lo que los empresarios van a abusar”.
No comparten los empresarios ese sentir, aunque tampoco están de acuerdo con la reforma laboral del Gobierno. El presidente de Asempal, Miguel Uribe, cree que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno “son nefastas”. “La reforma laboral son pequeños parches que, aunque van en el camino adecuado, no crean empleo; y el que quieran que las empresas adelanten el impuesto de sociedades, perjudica a las empresas que son las que crean empleo”, critica.
Sí considera Uribe necesaria la reforma constitucional y cree que las elecciones generales “se prevén muy curiosas, con un PSOE donde el candidato se desmarca del Gobierno del que forma parte”. Cree que “la situación está mal y lo que hacen falta son grandes pactos y acordar grandes reformas” y que la incertidumbre para Almería concretamente está ahora en los mercados. “Esa es la gran incógnita en Almería, ver cómo se comportan con respecto a la agricultura almeriense después de lo de la E.Coli”, apunta.
Los dos partidos políticos mayoritarios, por su parte, son conscientes de la importancia de las próximas elecciones generales. PSOE y PP se juegan mucho y en Almería ya saben con qué armas van a luchar para tratar de arañar votos. Desde el PP, su secretario provincial, Javier Aureliano García, señala que el esfuerzo va a ser mucho para trasladar su proyecto político a todos los rincones de la provincia. “Almería se juega mucho y el balance que ha dejado Zapatero son más de 100.000 parados en la provincia. No sabemos si va a ser un otoño caliente o no, pero vamos a estar pendientes de trasladar nuestro programa y nuestras propuestas. Vamos a movilizar a todos nuestros alcaldes, concejales y militantes en una campaña austera”, dice.
Desde el PSOE, su responsable en la provincia, José Luis Sánchez Teruel, que se enfrenta a sus primeras elecciones al frente de los socialistas almerienses, tiene claro que tienen que “hacer toda la movilización necesaria para que los ciudadanos sepan que hacen falta importantes decisiones que repercutirán de una u otra manera en los ciudadanos, en función de quién gobierne, condicionando el futuro”.
Según Teruel, los ciudadanos “tienen que saber también qué está haciendo el PP, despidiendo interinos, haciendo recortes sanitarios y sociales en las comunidades en las que gobierna”.
El curso político comienza y no son pocas las asignaturas pendientes del aprobado ni los intereses que hay en juego.
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