Manuel Leon
23:04 • 07 sept. 2011
Los ricos almerienses podrían empezar a llorar si, como se prevé, el Gobierno, en su último hálito recupera el Impuesto sobre el Patrimonio, que fue suprimido en 2007. En la provincia según datos de banca privada Banif, existen 19.800 almerienses con activos líquidos superiores a los 750.000 euros -más los bienes no aflorados- que es la frontera que baraja el Gobierno para establecer el gravamen.
Este impuesto se aplicaría no sobre los ingresos sino sobre el patrimonio particular de las personas físicas incluyendo todos los bienes desde un fondo de inversión hasta un chalet en la playa, una finca rústica o un collar de perlas, no así el patrimonio vinculado a una sociedad mercantil que entra dentro de la economía productiva y cotiza dentro del IRPF. El ministro de la presidencia, Ramón Jáuregui, ha sugerido esta semana que el Gobierno no descarta aprobar este ‘impuesto para ricos’ en Consejo de Ministros en la próximas semanas, antes de que finalice la actividad parlamentaria por el adelanto electoral.
El PSOE ha expresado su apoyo a una nueva distribución de los ingresos a través de la presión fiscal a las rentas más altas mediante la recuperación de impuesto de patrimonio. La ministra de Economía, Elena Salgado, ha reconocido, que “si se hubiera previsto la actual crisis no se hubiera eliminado en 2008 el Impuesto de Patrimonio después de 30 años en vigor”. Por este concepto, el Estado recaudó 2.100 millones de euros en 2007, el 0,2% del PIB.
Uno de los puntos débiles del impuesto era que al eximir la riqueza productiva, es decir, el patrimonio de las empresas familiares, muchos ricos no pagaban nada puesto que creaban empresas ficticias con patrimonio no productivo. Las opiniones de economistas almerienses y gestores de patrimonio tampoco son coincidentes sobre la recuperación de este impuesto. El profesor de la UAL, Francisco Cortés, considera que “el impuesto en el pasado tuvo un carácter más censal que recaudatorio, técnicamente es mejorable y puede ayuda en la redistribución de la riqueza, pero hay que intentar que se grave aquel patrimonio que genere rentas”. Francisco Gómez Angulo, gestor de patrimonios, opina que “esto supone dar palos de ciego, no es positivo para la economía puesto que invita al patrimonio a marcharse fuera de España”. El economista Francisco Giménez cree que “es bueno que se ponga sobre la mesa para incrementar los ingresos del Estado” y el también economista David Uclés matiza que “aunque es necesario aumentar ingresos, el sistema hay que perfeccionarlo”.
Este impuesto se aplicaría no sobre los ingresos sino sobre el patrimonio particular de las personas físicas incluyendo todos los bienes desde un fondo de inversión hasta un chalet en la playa, una finca rústica o un collar de perlas, no así el patrimonio vinculado a una sociedad mercantil que entra dentro de la economía productiva y cotiza dentro del IRPF. El ministro de la presidencia, Ramón Jáuregui, ha sugerido esta semana que el Gobierno no descarta aprobar este ‘impuesto para ricos’ en Consejo de Ministros en la próximas semanas, antes de que finalice la actividad parlamentaria por el adelanto electoral.
El PSOE ha expresado su apoyo a una nueva distribución de los ingresos a través de la presión fiscal a las rentas más altas mediante la recuperación de impuesto de patrimonio. La ministra de Economía, Elena Salgado, ha reconocido, que “si se hubiera previsto la actual crisis no se hubiera eliminado en 2008 el Impuesto de Patrimonio después de 30 años en vigor”. Por este concepto, el Estado recaudó 2.100 millones de euros en 2007, el 0,2% del PIB.
Uno de los puntos débiles del impuesto era que al eximir la riqueza productiva, es decir, el patrimonio de las empresas familiares, muchos ricos no pagaban nada puesto que creaban empresas ficticias con patrimonio no productivo. Las opiniones de economistas almerienses y gestores de patrimonio tampoco son coincidentes sobre la recuperación de este impuesto. El profesor de la UAL, Francisco Cortés, considera que “el impuesto en el pasado tuvo un carácter más censal que recaudatorio, técnicamente es mejorable y puede ayuda en la redistribución de la riqueza, pero hay que intentar que se grave aquel patrimonio que genere rentas”. Francisco Gómez Angulo, gestor de patrimonios, opina que “esto supone dar palos de ciego, no es positivo para la economía puesto que invita al patrimonio a marcharse fuera de España”. El economista Francisco Giménez cree que “es bueno que se ponga sobre la mesa para incrementar los ingresos del Estado” y el también economista David Uclés matiza que “aunque es necesario aumentar ingresos, el sistema hay que perfeccionarlo”.
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