Olula del Río

Un joven de Olula del Río atrapado en el sistema judicial de Taiwán

Álvaro Carrión tuvo un accidente en el que una mujer mayor que iba en bicicleta falleció

El olulense Álvaro Carrión en una imagen reciente en Taiwán.
El olulense Álvaro Carrión en una imagen reciente en Taiwán. La Voz
Guillermo Mirón
13:03 • 11 ene. 2019

La vida de Álvaro Carrión Torrente dio un dramático e inesperado vuelco el 7 de agosto de 2018. Fue entonces cuando este joven de 27 años y natural de Olula del Río que se encontraba en Taiwán trabajando en un doctorado en Geología Marina por la Universidad de Granada, se vio envuelto en un accidente cuyas consecuencias le mantienen atrapado en el país taiwanés desde hace más de cinco meses.



La pesadilla que está viviendo el joven almeriense tiene su origen en la ciudad de Tainan. Allí decidió alquilar junto a unos amigos una motocicleta. Fue conduciendo esa ‘scooter’ cuando chocó contra una bicicleta. Una mujer de más de 75 años realizó una maniobra prohibida y se cruzó con el vehículo que conducía Álvaro invadiendo su carril, según cuenta este joven natural de Olula del Río. La mujer no llevaba casco y terminó muriendo a los pocos días. Álvaro fue sometido a la prueba de alcoholemia. No corría alcohol alguno por sus venas: 0,0.



Acababa de empezar así un periplo judicial que el joven resume como “la peor experiencia de mi vida” y que le está llevando a él y a sus familiares a pasar por estados como la “depresión, estrés, preocupación y sobre todo frustración”. Tras el accidente, la policía “me aconsejó quedarme cerca de la ciudad porque la mujer estaba inconsciente e igual tenía que volver a dar más aclaraciones al día siguiente, por lo que reservé una habitación de hotel y pasé allí la noche”. Al día siguiente le llamaron para comunicarle en comisaría que la familia de la entonces mujer herida le había denunciado por ‘daño corporal compulso’.



Una vez que Álvaro escuchó las intenciones de la familia de la accidentada llamó a un abogado y prestó declaración. “Justo después de declarar la policía me comunicó que iríamos a los juzgados para declarar ante el fiscal, todo esto el día después del accidente. El motivo de toda esta celeridad era que si volvía a España no podría reclamarme nada en caso de tener responsabilidad”, entiende. Algo que tampoco iba a ser el caso. “Ya ha salido una primera resolución en la que se le da la responsabilidad a la otra parte a través de unos vídeos que lo demuestran”.



Ahora, para finalizar el proceso en el que está inmerso, se requiere una resolución por parte de la Fiscalía, ya que al fallecer la mujer se ha abierto una investigación por presunta negligencia. En caso de no aclararse pronto, asegura Álvaro, el proceso “puede llegar a durar entre 2 y 3 años”. Ese es el plazo si el proceso no finaliza de forma inminente mediante un acuerdo entre la familia de la fallecida y Álvaro. Algo que por el momento parece improbable ya que pese a que la familia reclamaba 40.000 euros, además de los 60.000 percibidos por el seguro, ese no es el mayor de los problemas. El abogado del joven le ofreció una cifra algo interior reunida gracias a la ayuda de familiares y amigos del olulense, ya que la solicitada le era "imposible" de afrontar.



El problema que mantiene a Álvaro en Taiwán es precisamente ese, tal y como adelantó este jueves en una entrevista concedida a Cadena SER Levante. Pese a haber realizado una oferta a la familia esta no ha vuelto a responder, quizás conocedora de la urgencia por terminar con este proceso de Álvaro, ya que si se siguiera el proceso hasta su última etapa, Álvaro tendría muchas posibilidades de salir sin responsabilidad alguna del caso y, por supuesto, del país.



"Mi abogado estuvo intentando contactar con el otro abogado pero no le devuelven las llamadas". Así, a la espera desesperada de una llamada del abogado de la otra parte que no llega, Álvaro pasa los días a miles de kilómetros de su casa pese a que explica que, gracias a la “bendita tecnología” mantiene un contacto constante con su familia para soportar un día a día que pasa “como buenamente se puede. Intento mantenerme entretenido, dar paseos, hacer amistades por aquí, leer, dando clases particulares de inglés...". Lo necesita para "mantenerme entretenido" aunque lo que realmente quiere es dejar de estar en Taiwán contra su voluntad. "Yo no quiero estar aquí ni tengo por qué estar aquí", sentencia.




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