“El cáncer fue un revulsivo para rebelarme contra mí mismo”

“Cuando has llevado una vida normal porque ni has fumado ni tomado alcohol en exceso; has practicado deporte y te has alimentado adecuadamente y un día te dicen: ‘usted lo que tiene es un cáncer’. Hay que ver lo que te cambia la vida”. Así resume Miguel Díaz Martínez (Cuevas del Almanzora, 1951) el inicio de su lucha contra el cáncer en la contraportada de  su nueva obra literaria ‘¿¡Si lo hubiera sabido antes!?’ en la que no maquilla los aspectos menos amables de todo lo que supone superar una enfermedad como esa pero en la que tampoco faltan constantes llamadas al optimismo, como en el discurso del autor. 

Preguntado sobre cómo recuerda el día que resume en la contraportada de su libro, Miguel Díaz detalla que “es un día que afortunadamente va quedando lejano. Fue en verano de 2013 y fue un palo muy grande porque que a cualquier persona que nunca ha visitado el médico y que ni sabe el médico de cabecera que tiene le digan que tiene un cáncer...”, rememoró ante los micrófonos de SER Levante.

Desde la sinceridad plena con la que habla de esta enfermedad a la que ha mirado a los ojos, reconoce  los ‘palos’ que suponen situaciones como la del diagnóstico pero, al mismo tiempo, inmerso en una búsqueda constante de las lecciones aprendidas y que comparte con los demás. “Es de los más grave que a una persona le puede llegar pero te da qué pensar. Pero quizás fue también un revulsivo para rebelarme contra mí mismo y decir: ‘si hasta ahora has vivido y has vivido bien, ¿por qué no vas a seguir?’. Entonces fue cuando le trasladé al médico la responsabilidad de que entre todos me cuidaran”.

El libro transcurre entre esa noticia - “una de las peores que puede recibir una persona”, según Miguel y el momento en el que el médico le da la que probablemente sea la mejor noticia que alguien en su situación puede recibir. Cuando el doctor le dijo que tenía la misma posibilidad de tener un cáncer que cualquier otra persona. Un recorrido “de cinco años conviviendo con un cáncer y luego con la metástasis al hígado”. Es el resultado de una idea que nunca se hubiera materializado sin el impulso de un amigo. “Un amigo del instituto, Juan Jódar, me comentó hace un par de años después de cincuenta sin vernos tras explicarle lo que me había pasado que esa historia podía tener recorrido y ayudar a muchas personas. Entonces convertí lo que era un relato para mí, porque era terapia ya que cada día escribía lo que me iba pasando, en un libro del que me siento muy orgulloso”, dice, puesto que busca “ayudar” con él a otras personas. 

Fines solidarios
Pero el libro no solo busca convertirse en un apoyo para quienes que pasen por una situación similar sino que tiene otro fin solidario, ya que todo lo que se recaude con su venta irá destinado a la Asociación Española Contra el Cáncer. “Es lógico. Me han ayudado muchas personas”, resume. “He considerado hacer una donación de los beneficios a las juntas tanto a nivel provincial como de los pueblos donde se vaya a presentar”, prosigue.

Sobre el contenido del libro y los recuerdos de su autor mientras este proyecto se hacía realidad, recuerda aún después de recibir el diagnóstico que siempre “me gusta quedarme con lo positivo de la vida. El peor momento fue aquel -dice en referencia al diagnóstico- pero a partir de ahí tuve plena confianza en la clase médica tanto en el Hospital de Huércal-Overa como en Torrecárdenas, donde me trataron de maravilla”. Lejos de los micrófonos y antes de salir por la puerta de la emisora donde fue entrevistado, Miguel Díaz deja una (otra) lección de vida antes de despedirse. “No siempre se gana pero siempre se aprende”.