Calar Alto comparte sus datos con astrónomos de todo el mundo

El Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) ofrece a la comunidad astronómica internacional la posibilidad de acceder a los datos del Observatorio de Calar Alto, situado en Gérgal, a través de un archivo compatible con el observatorio virtual, de manera que pone en marcha una nueva herramienta para “multiplicar la eficiencia, competitividad y producción científica” de los observatorios astronómicos.
Según se informa desde el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, el propio Observatorio de Calar Alto proporciona también a sus usuarios un acceso a los datos más eficiente y seguro, a través de un nuevo sistema de archivo in situ. Así, las prestaciones sobresalientes de estos sistemas, completamente actualizados y complementarios, ofrecen unos recursos que contribuirán a mantener el Centro Astronómico Hispano-Alemán en la vanguardia de la astronomía observacional en Europa.
Calar Alto, el mayor observatorio astronómico de Europa continental, ha sido un centro de referencia para la astrofísica internacional en las últimas décadas. La calidad de su cielo y su instrumentación han permitido realizar avances “espectaculares” en numerosos campos de investigación, desde los planetas extrasolares hasta la exploración del universo primigenio.
A lo largo de su vida operativa, iniciada en 1975, Calar Alto ha observado muchos miles de objetos. Este volumen de datos va a aumentar a corto plazo, cuando entren en funcionamiento los nuevos instrumentos que ahora se hallan en fase de desarrollo. Toda esta información, de “incalculable valor científico”, constituye un legado “único” que exige el desarrollo de sistemas de archivo que garanticen una explotación óptima de su potencial. Desde el año 2008 el Centro de Astrobiología (CAB) y el Centro Astronómico Hispano-Alemán (CAHA) han diseñado, desarrollado e implementado toda la infraestructura que requiere el archivo de datos científicos. El sistema consta de dos piezas, una situada en la sede del CAB en Villafranca del Castillo (Madrid) y otra enclavada en el propio Observatorio.