La Junta de Andalucía restringe a partir de este sábado el acceso de vehículos a motor a las playas naturales entre la playa de los Genoveses y Cala Carbón del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, así como el número de artefactos flotantes como piraguas, kayaks y otros similares no motorizados, que quedará limitado a un máximo de cinco por agrupamiento sin necesidad de autorización expresa, hasta el 15 de septiembre.
Los usuarios que accedan a las playas de acceso limitado podrán hacerlo en vehículo particular de manera gratuita un año más, ya que la Junta volverá a asumir íntegramente el coste del servicio de regulación del acceso y las prestaciones adicionales de ordenación, vigilancia y limpieza de las costas, según han indicado a Europa Press fuentes del Gobierno andaluz.
De este modo, las playas a Poniente de San José volverán a contar con un control de acceso en coche para aquellos visitantes que se dirijan a Mónsul, Genoveses y El Barronal, entre otras, pero de forma gratuita para los bañistas, que también tienen como opción de uso de un bus-lanzadera para llegar a las playas. El pasado año, la Junta ya acordó esta medida con la empresa propietaria de algunos de los terrenos la gestión del acceso, reservado a 399 plazas de parking en rotación.
En su resolución, la Junta apunta que la agrupación de más de cinco de artefactos flotantes requerirá autorización expresa de la Delegación Territorial, de modo que en ella se establecerán las condiciones que garanticen la preservación del ecosistema litoral y el uso del dominio público marítimo-terrestre.
Se trata del tercer año consecutivo en el que la Junta limita la proliferación de kayaks y otras embarcaciones no motorizadas de recreo en las aguas del parque tras haber constatado "el aumento de la actividad recreativa realizada por grupos" no sujetos a una regulación específica, que producen "aglomeraciones en áreas especialmente sensibles y que suponen un riesgo para la conservación de las especies marinas propias del área intermareal".
La Junta señala además que la realización masiva de este tipo de actividad conlleva "una degradación de los valores estéticos y paisajísticos propios de estas áreas" al tiempo que "llegan a interferir con otras actividades de uso público que puedan llevarse a cabo en dichas zonas".
Desde el Gobierno andaluz se recuerda que las playas naturales situadas a poniente de la barriada de San José y comprendidas entre la de Genoveses y Cala Carbón constituyen un espacio natural de elevado valor ecológico, geológico y paisajístico, considerado como uno de los enclaves más privilegiados de la franja litoral mediterránea.
Durante la pasada temporada fueron un total de 214.864 personas las que visitaron las playas con acceso restringido, lo que supuso un total de 2.735 usuarios más que durante 2017, esto es, un 1,3 por ciento más que durante el verano pasado.
El número de usuarios que accedieron estas playas y calas ha crecido tanto por parte de quienes eligieron el transporte público como por quienes accedieron en vehículo privado, según los datos facilitados a Europa Press.
Según los cálculos de la Junta, un total de 190.900 los usuarios que han accedieron con vehículo privado a las playas de Mónsul, Genoveses y otras calas de la zona a una media de tres pasajeros por vehículo, lo que supone 4.136 personas más a lo largo de todo el verano, mientras que a través del bus lanzadera acudieron 23.964 personas, es decir, 6.871 personas más que en 2017.
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