Roquetas de Mar

Un búnker con capacidad para producir cientos de kilos de marihuana al año

La Guardia Civil irrumpe en un edificio con diez viviendas okupadas y tapiadas con hormigón

Registros de la Operación Alfaiz
Registros de la Operación Alfaiz La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 10 jul. 2019

Desde los vehículos policiales apostados en la explanada de la carretera de Cortijos de Marín, cerca de Las 200 Viviendas de Roquetas de Mar, el edificio parece muerto. Pertenece a una promoción de cuatro bloques hermanos que, como tantos otros en la provincia de Almería, ‘explotó’ con la burbuja inmobiliaria y se bate hoy en la guerra de las okupaciones.




Sin embargo, detrás de las persianas bajadas hasta el alféizar existen paredes improvisadas de bloques de hormigón que han convertido el edificio en un auténtico búnker de la droga. O en un gran invernadero, según se mire.




La denominada Operación Alfaiz de la Guardia Civil ha desmantelado una red de tráfico de marihuana cortando sus raíces. La intervención culminó con registros simultáneos en 11 viviendas. Diez estaban dedicadas al cultivo del cannabis y una era la residencia de los dos principales responsables. Según datos ofrecidos por la Comandancia de Almería, los inmuebles escondían 2.420 plantas de marihuana sostenidos con más de 300 lámparas de alta potencia y 140 enganches ilegales (120 a la red eléctrica y 20 a la red hídrica).




El despliegue
Los agentes han arrestado a dos personas identificadas como P. D. S. de 41 años y B. S. de 18 años, ambos vecinos de Roquetas de Mar, como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Además, han identificado como investigadas a otras 13 personas acusadas de realizar labores para el mantenimiento de dichos cultivos.




La Benemérita considera la Operación Alfaiz un éxito. No en vano, dedicó a la intervención un dispositivo compuesto por unos 80 agentes, incluidos componentes del EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas), Usecic (Seguridad Ciudadana) y un helicóptero del Servicio Aéreo.




Ahora bien, el caso ofrece otras vías para la reflexión. Los investigados son solo la punta del iceberg. Esto es, en primer lugar, los detenidos son los encargados de la producción, los agricultores, pero no los destinatarios de la droga. La Guardia Civil trabaja ahora para esclarecer dónde iba a parar toda la picadura de cannabis. ¿Quién es el dueño de la marihuana? “La investigación está abierta”, insisten.




Y, en segundo lugar, qué poder tiene para montar una estructura de esta dimensión. ¿Cuánta inversión necesita una plantación con 2.420 macetas, 316 lámparas con reflectores, 336 balastros, 364 bombillas y 42 equipos de aire acondicionado? Un kilo de cogollos de marihuana secos puede venderse por más de 5.000 euros en el mercado europeo (aproximadamente la mitad en la venta en origen a los intermediarios encargados de las exportaciones).




Una plantación gigantesca como la localizada por la Guardia Civil en la calle Mecina Alfahar de Roquetas de Mar puede producir más de 100 kilos cada tres o cuatro meses, gracias a los nuevos sistemas de producción que han acabado con la estacionalidad de los cultivos.


En los seis primeros meses del año, la Guardia Civil de Almería ha realizado cerca de 50 actuaciones diferentes relacionadas con la plantación, elaboración y distribución de marihuana, en las que ha detenido a un total de 42 personas, en más de cincuenta ubicaciones diferentes. En total se aprehendieron 22.000 plantas.


Rock duro y clásica para animar el crecimiento

La organización desarticulada por la Guardia Civil en la Operación Alfaiz utilizaba un hilo musical en los cultivos para animar el crecimiento de las plantas de marihuana.  Los traficantes tenían un sistema automático que permitía programar cuándo activar las melodías, de un modo similiar a los ciclos de luz.
Según fuentes de la investigación, los cultivadores usaban música clásica y rock duro en función del momento más propicio. Los investigados aseguran que este sistema ayudaba a favorecer la obtención de mejores calidades en la marihuana y, por tanto, conseguir mayor rendimiento económico en su comercialización en el mercado clandestino. Según informes de la Fiscalía Antidroga, en Almería se han conseguido un índice de toxicidad de hasta el 26 por ciento (THC) que colocan a la provincia, junto a Granada, a la cabeza del cultivo de la marihuana en España.



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