Marta Rubí
22:45 • 08 oct. 2011
Los animales están sufriendo en gran medida la crisis económica de los humanos. A la falta de ayudas a las protectoras y el abandono masivo de mascotas, se han sumado en las últimas semanas dos casos de ‘secuestros’ de perros. En ambos, se repite la historia: los canes fueron robados a la vista de sus propietarios o de algún vecino y cuando los ladrones son instados a devolver los animales, piden un ‘rescate’ a cambio que los dueños se ven obligados a pagar. En ambos, el perfil de los ‘secuestradores’ responde a jóvenes delincuentes que amenazan con matar a los perros si no se les entrega el dinero.
En uno de los casos, sucedido en el Barrio Alto, el robo de un yorkshire se saldó con la entrega de 300 euros. El segundo de los secuestros se realizó en Retamar.
Rafael Morales, de SOS Albergue, de Pechina, confirma que este tipo de robos “suceden de vez en cuando”. Es más, él mismso sufrió el ‘secuestro’ de un caniche que recuperó tras pagar 100 euros: “Me lo cogieron hace unos años del coche, ladrones que cogen lo que pueden de los vehículos”. También recuerda el suceso de robo de un husky en Aguadulce, cuyos ladrones pedían el pago de un rescate para devolverlo.
En el caso del albergue de Pechina, que trabaja con convenios en diferentes municipios, Morales comenta que se ha notado con la crisis un aumento “exagerado” de abandono de los animales. “Tenemos más de 500 perros y todas las semanas nos entregan alguno”, comenta. La falta de recursos para mantenerlos y, en muchas ocasiones, el cambio de domicilio de los propietarios, “que antes vivían en casas con jardín y se vuelven con sus padres o a un piso de alquiler que no les permite tener mascotas” son las razones de que en el último año se haya multiplicado la llegada de perros a las protectoras.
Lo confirma Miguel Ángel Reinosa, voluntario en Almería Defensa Animal de La Mojonera. “Hace un año hubo una avalancha, principalmente de familias extranjeras, argentinos, rumanos, que se iban a sus países de origen y no querían llevarse los perros”, comenta.
Del mismo modo, Rafael Morales cuenta que muchos de los ingleses que viven en el Levante y el Almanzora “han vuelto a sus países” y han dejado mascotas en Almería “ya que muchos poseían hasta cuatro o cinco perros en cortijos, que ahora no pueden tener en sus casas”.
Sobre los secuestros, Reinosa explica que “siempre se aconseja que los perros de raza no se dejen a la vista en las puertas de las casas” pero principalmente para evitar los robos para la posterior venta de los animales.
Ni vacunas ni microchip
Desde Indalguau se alerta que “un 50% de los perros que se dicen robados han sido perdidos por sus dueños” ya que muchos no llevan el obligatorio chip. También la crisis ha provocado “que no se lleven a los veterinarios a vacunar” y a una caída en la adopción. El albergue de Pechina sufre además por la situación económica el cese de convenios municipales porque no pagan los, igualmente obligatorios, servicios de recogida. Es el caso de Berja y Níjar, donde Morales comenta que no sabe “cómo cumplirán la ley”.
En uno de los casos, sucedido en el Barrio Alto, el robo de un yorkshire se saldó con la entrega de 300 euros. El segundo de los secuestros se realizó en Retamar.
Rafael Morales, de SOS Albergue, de Pechina, confirma que este tipo de robos “suceden de vez en cuando”. Es más, él mismso sufrió el ‘secuestro’ de un caniche que recuperó tras pagar 100 euros: “Me lo cogieron hace unos años del coche, ladrones que cogen lo que pueden de los vehículos”. También recuerda el suceso de robo de un husky en Aguadulce, cuyos ladrones pedían el pago de un rescate para devolverlo.
En el caso del albergue de Pechina, que trabaja con convenios en diferentes municipios, Morales comenta que se ha notado con la crisis un aumento “exagerado” de abandono de los animales. “Tenemos más de 500 perros y todas las semanas nos entregan alguno”, comenta. La falta de recursos para mantenerlos y, en muchas ocasiones, el cambio de domicilio de los propietarios, “que antes vivían en casas con jardín y se vuelven con sus padres o a un piso de alquiler que no les permite tener mascotas” son las razones de que en el último año se haya multiplicado la llegada de perros a las protectoras.
Lo confirma Miguel Ángel Reinosa, voluntario en Almería Defensa Animal de La Mojonera. “Hace un año hubo una avalancha, principalmente de familias extranjeras, argentinos, rumanos, que se iban a sus países de origen y no querían llevarse los perros”, comenta.
Del mismo modo, Rafael Morales cuenta que muchos de los ingleses que viven en el Levante y el Almanzora “han vuelto a sus países” y han dejado mascotas en Almería “ya que muchos poseían hasta cuatro o cinco perros en cortijos, que ahora no pueden tener en sus casas”.
Sobre los secuestros, Reinosa explica que “siempre se aconseja que los perros de raza no se dejen a la vista en las puertas de las casas” pero principalmente para evitar los robos para la posterior venta de los animales.
Ni vacunas ni microchip
Desde Indalguau se alerta que “un 50% de los perros que se dicen robados han sido perdidos por sus dueños” ya que muchos no llevan el obligatorio chip. También la crisis ha provocado “que no se lleven a los veterinarios a vacunar” y a una caída en la adopción. El albergue de Pechina sufre además por la situación económica el cese de convenios municipales porque no pagan los, igualmente obligatorios, servicios de recogida. Es el caso de Berja y Níjar, donde Morales comenta que no sabe “cómo cumplirán la ley”.
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