El florecer agrícola del Poniente bajo el prisma de Robert Octobon

La figura de Robert Octobon es una de las que más interés despierta a la hora de conocer los orígenes tanto del pasado reciente como del más remoto del municipio de El Ejido puesto que este ingeniero de obra civil francés, amante de la fotografía y de la arqueología, ha dejado gracias a su paso por esta tierra un importante legado que puede disfrutarse hasta el próximo 24 de octubre en el Patio de Luces del Ayuntamiento de El Ejido gracias a una exposición titulada ‘Los franceses en Las Chozas y La Cumbre’ .

Según Paco Espinosa, Presidente de la Asociación Athenaa, que organiza la muestra junto al Ayuntamiento de El Ejido, “es una crónica de un tiempo de El Ejido que hemos querido rescatar para nuestra historia. Es muy interesante porque habla de lo que fue el comienzo de la gran eclosión económica agrícola que permitió todo este campo del Poniente y especialmente el Campo de Dalías.

En ella vamos a observar todas las obras que tuvieron que hacer para preparar el terreno y ponerlo en cultivo. Incluso vamos a observar en la película el primer invernadero de metal y de cristal que se construyó en todo el municipio y probablemente en todo el Poniente”.

Curiosidad
Robert Octobon llegó a Almería a finales de los cincuenta del siglo pasado para dirigir los trabajos de captación de aguas subterráneas, su embalse, su distribución y el establecimiento de regadío para el cultivo y colonización de este espacio promovido por capital suizo, francés y español. Y fue su afición a la fotografía lo que permite a día de hoy contar con una interesante colección de instantáneas en la que se retrata buena parte del día a día de proceso llevado a cabo entre los años 1959 y 1965.

De este modo, todas las personas que se acerquen a visitar la muestra podrán encontrar imágenes relativas a los trabajos de perforación, la aparición de las aguas subterráneas, escenas del día a día o el aspecto del paisaje en determinados parajes tal y como se encontraban en los años 60.

No obstante, la aportación de Octobon en cuanto a dejar testimonio visual de lo acontecido en esa época en El Ejido va todavía un paso más allá puesto que también realizó una grabación de vídeo en la que se pueden observar diferentes fases de los trabajos llevados a cabo para la implantación de cultivos y en las que se puede apreciar como va cuajando la idea de ir creando estructuras que permitieran proteger a los cultivos de los fuertes vientos hasta ir perfilando lo que sería el primer invernadero de la zona.

Patrimonio
Al margen del interesante testimonio de las imágenes de Octobon en lo que al desarrollo agrícola se refiere, su figura también alcanza una gran dimensión por su aportación al estudio del pasado prehistórico del municipio ejidense. Y es que, tal y como se explica en la muestra, “durante sus caminatas de inspección en los terrenos a transformar observó la presencia de diversas tumbas megalíticas, ya arrasadas y expoliadas, que iban a ser sepultadas bajo la roturación a efectuar sobre los terrenos del proyecto. Sobre una de las tumbas, la que vio en mejor estado de conservación, llevó a cabo la primera excavación integral en El Ejido, ayudado por miembros de su familia. Gracias a la sensibilidad histórica y arqueológica de este ingeniero francés, a sus dibujos y descripciones hoy podemos conocer la tipología de la tumba y sus restos arqueológicos. Pero, sobre todo, saber que hace más de 5.000 años, nos precedieron en este territorio habitantes que pescaban, pastoreaban, cazaban y cultivaban como hacía sus coetáneos, pobladores del importantísimo asentamiento de Los Millares”.

Por tanto, no cabe duda del interés de una muestra con la que, según Paco Espinosa, presidente de Athenaa, “contribuimos a que el pueblo de El Ejido aprecie una parte de su historia”.