Seis pueblos tienen medidores de radioactividad y no lo saben

Se trata de Carboneras, Garrucha, Cuevas del Almanzora, Albox, Sorbas y Águilas

Mapa incluido en el informe de la CE con los medidores radiológicos localizados.
Mapa incluido en el informe de la CE con los medidores radiológicos localizados.
Manuel León
07:00 • 26 feb. 2020

Por un informe redactado en Bruselas, a más de 2.000 kilómetros de distancia de Almería -revelado por Ecologistas en Acción- se ha sabido ahora que el Consejo de Seguridad Nuclear tiene autorizados -desde no se sabe cuándo ni cómo- cinco estaciones medidoras de la radiactividad de Palomares en cinco municipios del Levante almeriense y una más en Águilas.



El escrito ha sido elaborado por el equipo de verificación de la Comisión Europea que se desplazó a Palomares del 18 al 20 de junio del pasado 2019. La delegación de expertos comunitarios tenía como misión comprobar si España había puesto en práctica las recomendaciones que Bruselas efectuó en 2010 para la adecuada limpieza y gestión del área de 40 hectáreas bajo vigilancia radiológica. La misión concluyó que los niveles de contaminación son “aceptables” en la zona, pero que no se ha realizado la recomendación de rehabilitar los terrenos contaminados, ya que está pendiente de la celebración de un acuerdo vinculante con EEUU.



El equipo desplazado verificó las instalaciones de vigilancia y las localizó en un mapa y por ello se ha sabido ahora, gracias a la consulta del documento por parte de Ecologistas en Acción que existen esos seis equipamientos de control, hasta ahora desconocidos para los vecinos y autoridades de la comarca del Levante almeriense. Los municipios con medidor de radioactividad son Carboneras, Garrucha, Cuevas del Almanzora, Albox, Sorbas y Aguilas, según aparecen en figura 7 de la página 16 del informe de la Comisión Europa.



Los ayuntamientos afectados no tienen conocimiento de la existencia de estos aparatos, ni de las mediciones efectuadas, ni del lugar de su emplazamiento, ni de la fecha de instalación ni de los resultados de esas mediciones.



Hasta ahora, 54 años después del accidente nuclear que liberó plutonio sobre 50.000 metros cúbicos de tierra, los únicos medidores de los que se tenía noticia eran los ubicados en las instalaciones del Ciemat, en la propia barriada cuevana de Palomares.



 



Este nuevo descubrimiento, sobre los innumerables aspectos ocultos que sobrevuelan este siniestro atómico, se une al desvelado por este periódico en octubre de 2018, cuando el Ciemat reconoció que se habían trasladado a Palomares en contenedores marinos 5,8 toneladas de tierra contaminada procedente de los análisis realizados en su sede de Ciudad Universitaria en Madrid. 



En los últimos días, los propios técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear han emitido una comunicación en la que declaran que “el secretismo sobre Palomares ha agravado su situación radiológica”. 


Más de 100.000 habitantes en la inopia absoluta desde hace 54 años

Ningún otro contencioso en España como el de Palomares permanece sumido en un silencio tan espeso, sin dar explicación alguna en este tiempo a la población residente en una comarca cercana a los 100.000 habitantes. Palomares hace mucho tiempo que dejó de ser un problema local para traspasar el ámbito comarcal y provincial, aunque desde los sucesivos gobiernos nada se haya hecho de forma efectiva. El hito más reseñable se produjo el pasado 11 de febrero de 2020, cuando se supo que la Audiencia Nacional instó al Consejo de Seguridad Nacional a desclasificar toda la información sobre Palomares -incluido el Plan de Rehabilitación redactado en 2010- que lleva siendo Secreto de Estado por la ley franquista de secretos oficiales de septiembre de 1968.



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