Marta Rubí
17:46 • 06 nov. 2011
La fiesta “más alegre” de los musulmanes, e incluso la más permisiva, ya que -explica un fiel- incluso se admite mayor presencia de las mujeres y no ser tan estricto en el cumplimiento de las prohibiciones, se tornó agridulce ayer para los cien mil seguidores de Mahoma que viven en la provincia. Días antes, algunos habían empezado a sufrir las primeras multas de la Junta de Andalucía que otros años ha hecho la vista gorda al sacrificio pero que la pasada semana ya multó a varias familias que transportaban corderos en sus vehículos con sanciones de hasta mil euros. “Se pusieron en las rotondas de entrada a las autovías buscándonos”, comentaba entristecido Mido Mhanna, el hermano del imán de la capital, “¿por qué este año? No lo sabemos”.
El miedo a sufrir más multas hizo que el propio imán de la mezquita ubicada en el Parque Nicolás Salmerón ‘perdonara’ el sacrificio del cordero a los musulmanes almerienses durante el rezo común que tuvo lugar a als nueve en la explanada de acceso al Estadio de los Juegos Mediterráneos: “Les hemos dicho que si no pueden, es mejor que no lo hagan: algunos creen que es obligatorio por religión pero otros no lo ven así”.
El joven Abdelarir Saddiki se mostraba convencido de que la mayoría realizaría el sacrificio “a escondidas”, de que lo harían “igualmente” de forma clandestina. Normalmente se reúnen varias familias en algún cortijo que permita llevar a cabo la matanza del animal, y a pesar de que este año se solicitó a la Junta de un espacio adecuado, “y de veterinarios que vinieran a controlar el proceso, todo pagado por los fieles”, según explica el líder religioso, pero recibieron una negativa de la administración.
“Mahoma dijo que no es obligatorio matarlo, que lo hiciera sólo el que pudiera, ya que no todo el mundo puede pagar un cordero”, comentaba por su parte el pakistaní Abdul Naveed, que señalaba el gesto de compartir con los pobres y de entregar regalos a las familias como la parte realmente importante de la Fiesta del Cordero: “Es como la Navidad para los cristianos, una fiesta de alegría”.
Con el cristianismo comparte de hecho el recuerdo por el que se realiza el sacrificio, el de Abraham y su hijo, padre de la fe tanto para los cristianos como para los judíos y los musulmanes, por lo que es ésta “una fiesta de unidad”, señalaba Abdalah Mhanna.
Su importancia guarda también relación con la peregrinación a la ciudad de la Meca, que es obligatorio hacer una vez en la vida de todo musulmán. De hecho, ayer terminaban los tres días de peregrinación “y todos las comunidades musulmanas del mundo tienen algún familiar peregrinando, por lo que sus corazones están en la Meca”, decía el imán.
Felicitaciones por el ayuno
En su discurso ante los 1.500 fieles que asistieron al rezo en Almería, Mhanna quiso felicitarlos por el ramadán o ayuno que había realizado el día anterior como preparación para la fiesta. Lo hizo en árabe clásico, para que lo entendieran los creyentes de nacionalidades distintas que, algunos con la cabeza cubierta, con túnicas y hasta con las tradicionales babuchas, se ordenaban en perfectas filas sobre las alfombras en dirección a la Meca. Muchos de los musulmanes habían acudido con sus hijos más pequeños, e incluso en la parte de atrás se agruparon dos docenas de mujeres.
El miedo a sufrir más multas hizo que el propio imán de la mezquita ubicada en el Parque Nicolás Salmerón ‘perdonara’ el sacrificio del cordero a los musulmanes almerienses durante el rezo común que tuvo lugar a als nueve en la explanada de acceso al Estadio de los Juegos Mediterráneos: “Les hemos dicho que si no pueden, es mejor que no lo hagan: algunos creen que es obligatorio por religión pero otros no lo ven así”.
El joven Abdelarir Saddiki se mostraba convencido de que la mayoría realizaría el sacrificio “a escondidas”, de que lo harían “igualmente” de forma clandestina. Normalmente se reúnen varias familias en algún cortijo que permita llevar a cabo la matanza del animal, y a pesar de que este año se solicitó a la Junta de un espacio adecuado, “y de veterinarios que vinieran a controlar el proceso, todo pagado por los fieles”, según explica el líder religioso, pero recibieron una negativa de la administración.
“Mahoma dijo que no es obligatorio matarlo, que lo hiciera sólo el que pudiera, ya que no todo el mundo puede pagar un cordero”, comentaba por su parte el pakistaní Abdul Naveed, que señalaba el gesto de compartir con los pobres y de entregar regalos a las familias como la parte realmente importante de la Fiesta del Cordero: “Es como la Navidad para los cristianos, una fiesta de alegría”.
Con el cristianismo comparte de hecho el recuerdo por el que se realiza el sacrificio, el de Abraham y su hijo, padre de la fe tanto para los cristianos como para los judíos y los musulmanes, por lo que es ésta “una fiesta de unidad”, señalaba Abdalah Mhanna.
Su importancia guarda también relación con la peregrinación a la ciudad de la Meca, que es obligatorio hacer una vez en la vida de todo musulmán. De hecho, ayer terminaban los tres días de peregrinación “y todos las comunidades musulmanas del mundo tienen algún familiar peregrinando, por lo que sus corazones están en la Meca”, decía el imán.
Felicitaciones por el ayuno
En su discurso ante los 1.500 fieles que asistieron al rezo en Almería, Mhanna quiso felicitarlos por el ramadán o ayuno que había realizado el día anterior como preparación para la fiesta. Lo hizo en árabe clásico, para que lo entendieran los creyentes de nacionalidades distintas que, algunos con la cabeza cubierta, con túnicas y hasta con las tradicionales babuchas, se ordenaban en perfectas filas sobre las alfombras en dirección a la Meca. Muchos de los musulmanes habían acudido con sus hijos más pequeños, e incluso en la parte de atrás se agruparon dos docenas de mujeres.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/18794/el-iman-de-almeria-perdona-el-sacrificio-del-cordero-por-las-multas