José Antonio Arcos
13:08 • 07 dic. 2011
El campo almeriense ha cerrado una semana muy complicada en precios y con muchos movimientos por separado de las organizaciones agrarias y las asociaciones del comercio. Coag ha llevado a cabo una huelga, Upa un reparto y destrucción de hortalizas y Asaja una rueda de prensa criticando la atomización de las comercializadoras y su incapacidad para hablar y entenderse. Por su parte, Coexphal ha celebrado asamblea extraordinaria proponiendo la retirada voluntaria de un porcentaje de pepino, berenjena y calabacín; y, por último, Hortyfruta ha hecho un llamamiento a la unidad del campo después de que cada actor promueva la batalla por su cuenta.
Sin embargo, esta dispersión tiene un elemento común: todos acusan a la distribución de ser causante del hundimiento de precios actual. Incluso la propia consejera de Agricultura, Clara Aguilera, explicó esta semana durante la presentación del Anuario de Agricultura de LA VOZ que las cadenas de distribución están asfixiando al agricultor, debido a su política comercial agresiva. También la consejera andaluza apuntó a uno de los síntomas que han agudizado esta crisis, como es la atomización de la oferta almeriense que coloca a la provincia en una situación de clara desventaja a la hora de negociar el precio de venta de sus hortalizas ante el cliente europeo.
La distribución, concentrada
Según datos de la Junta, la distribución está en manos de cuatro o cinco grandes grupos, es decir, está concentrada. Pero en el otro extremo sus proveedores almerienses están disgregados, según el RIA (Registro de Industrias Agroalimentarias) en más de 200 comercializadoras (SAT, alhóndigas, cooperativas y pequeños almacenes) lo que lleva a que la cadena europea pueda negociar a la baja con Almería.
“El problema de Almería es que hay 200 gerentes, y debería de haber solo uno y el resto que se dediquen a otras labores, es la única solución para que tengamos futuro”, explica el gerente de Agroejido, Emilio Villegas.
Agroejido pertenece a la asociación empresarial Ecohal. El gerente de la misma, Alfonso Zamora, añade: “Es lo que piensan todos los responsables de Ecohal, de hecho las alhóndigas han sido un ejemplo de concentración, pero son procesos lentos”.
Efectivamente las subastas han estado históricamente detrás de estos movimientos. Así, de las 30 subastas que había a principios de los años 90 se ha pasado a 8. Sin embargo, hoy día dada la crítica situación por la que atraviesa el sector estos procesos requieren más velocidad e ímpetu.
En esta misma línea se pronuncia Jerónimo Molina, presidente de Faeca, que vincula el progreso de la agricultura holandesa a los pasos dados en la concentración empresarial: “En Holanda sólo hay una gran cooperativa, The Greenery, pero aquí preferimos ser cabeza de ratón”.
Según datos de la Consejería la facturación de las alhóndigas almerienses en la campaña 2010/11 alcanzó los 646 millones de euros; y si se suman cooperativas y SAT se superan los 1.365 millones de euros. Sin embargo, una sola firma, The Greenery, tiene cifras que rondan los 1.000 millones, según Faeca-Andalucía. Un estudio de ésta revela que la facturación media de las cooperativas hortofrutícolas andaluzas se sitúa en 7,3 millones de euros.
Ayudas para ganar dimensión
Holanda ha conseguido, gracias a su concentración, hablar de tú a tú a la distribución y amortiguar así posibles crisis de precios. Almería está a años luz de ello; pero la Consejería tiene abierta para este año una convocatoria de ayudas, con un presupuesto de 5 millones, para facilitar los procesos de fusión, integración, alianza estratégica o cooperación.
LA INTERPROFESIONAL HOLANDESA
La provincia camina en comercialización muy por detrás del competidor del norte
En la actualidad, según datos aportados a este periódico por la Interprofesional holandesa, los Países Bajos cuentan con 19 cooperativas de cultivadores oficiales de frutas y v
Sin embargo, esta dispersión tiene un elemento común: todos acusan a la distribución de ser causante del hundimiento de precios actual. Incluso la propia consejera de Agricultura, Clara Aguilera, explicó esta semana durante la presentación del Anuario de Agricultura de LA VOZ que las cadenas de distribución están asfixiando al agricultor, debido a su política comercial agresiva. También la consejera andaluza apuntó a uno de los síntomas que han agudizado esta crisis, como es la atomización de la oferta almeriense que coloca a la provincia en una situación de clara desventaja a la hora de negociar el precio de venta de sus hortalizas ante el cliente europeo.
La distribución, concentrada
Según datos de la Junta, la distribución está en manos de cuatro o cinco grandes grupos, es decir, está concentrada. Pero en el otro extremo sus proveedores almerienses están disgregados, según el RIA (Registro de Industrias Agroalimentarias) en más de 200 comercializadoras (SAT, alhóndigas, cooperativas y pequeños almacenes) lo que lleva a que la cadena europea pueda negociar a la baja con Almería.
“El problema de Almería es que hay 200 gerentes, y debería de haber solo uno y el resto que se dediquen a otras labores, es la única solución para que tengamos futuro”, explica el gerente de Agroejido, Emilio Villegas.
Agroejido pertenece a la asociación empresarial Ecohal. El gerente de la misma, Alfonso Zamora, añade: “Es lo que piensan todos los responsables de Ecohal, de hecho las alhóndigas han sido un ejemplo de concentración, pero son procesos lentos”.
Efectivamente las subastas han estado históricamente detrás de estos movimientos. Así, de las 30 subastas que había a principios de los años 90 se ha pasado a 8. Sin embargo, hoy día dada la crítica situación por la que atraviesa el sector estos procesos requieren más velocidad e ímpetu.
En esta misma línea se pronuncia Jerónimo Molina, presidente de Faeca, que vincula el progreso de la agricultura holandesa a los pasos dados en la concentración empresarial: “En Holanda sólo hay una gran cooperativa, The Greenery, pero aquí preferimos ser cabeza de ratón”.
Según datos de la Consejería la facturación de las alhóndigas almerienses en la campaña 2010/11 alcanzó los 646 millones de euros; y si se suman cooperativas y SAT se superan los 1.365 millones de euros. Sin embargo, una sola firma, The Greenery, tiene cifras que rondan los 1.000 millones, según Faeca-Andalucía. Un estudio de ésta revela que la facturación media de las cooperativas hortofrutícolas andaluzas se sitúa en 7,3 millones de euros.
Ayudas para ganar dimensión
Holanda ha conseguido, gracias a su concentración, hablar de tú a tú a la distribución y amortiguar así posibles crisis de precios. Almería está a años luz de ello; pero la Consejería tiene abierta para este año una convocatoria de ayudas, con un presupuesto de 5 millones, para facilitar los procesos de fusión, integración, alianza estratégica o cooperación.
LA INTERPROFESIONAL HOLANDESA
La provincia camina en comercialización muy por detrás del competidor del norte
En la actualidad, según datos aportados a este periódico por la Interprofesional holandesa, los Países Bajos cuentan con 19 cooperativas de cultivadores oficiales de frutas y v
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