José Antonio Arcos
07:00 • 23 dic. 2011
La Nochebuena, el día 24 de diciembre, supone el punto y final a la campaña de fabricación de mantecados, de cara a la Navidad. La firma más popular de la provincia, CAMP, que elabora en Fondón mantecados artesanales desde 1953 fabricó ayer los últimos mantecados de este año.
“La campaña ha ido mejor de lo esperado, las perspectivas hace unos meses eran inciertas, pero finalmente la demanda se ha mantenido respecto a la Navidad pasada”, explica el propietario, Mariano Campos, que es la tercera generación de maestros artesanos de este dulce navideño.
Su abuelo, Diego Campos Pérez, levantó en la década de los 50 una panadería, que posteriormente apostaría por los mantecados, en un municipio y en una comarca alpujarreña con larga tradición en este arte culinario.
“Nuestro producto estrella es el mantecado”, subraya Mariano, “pero este año ha tenido una tirada considerable el polvorón de almendra y el rosco de anís, aunque también los fabricamos de vino y de avellana”.
Esta campaña de 2011 CAMP cerrará con unos números en torno a los 120.000 kilos de producto artesanal, cifra muy similar a la del año pasado. Sin embargo, los efectos de la crisis sobre el consumo sí se apreciaron en los años anteriores. “De 2009 a 2010 sí que se notó un importante bajón de un 20%; pero ahora parece que ya se ha estabilizado”, describe el empresario.
El negocio de los mantecados vive siempre enfocado a la segunda mitad del año. Desde agosto hasta Nochebuena la fábrica está en funcionamiento. Los períodos de máxima producción y demanda se localizan a finales de noviembre y durante los diez primeros días del mes de diciembre. El resto del año las producciones son muy limitadas, enfocadas únicamente a reponer y no dejar sin producto ni existencias el despacho de esta empresa familiar.
También trufas
Este año, como novedad, la fábrica de Fondón ha elaborado su primer turrón usando la almendra almeriense como materia prima. “Nos ha ido bien y se ha vendido fácilmente”, señala Campos, que añade que además de turrón también se han fabricado trufas.
La mayoría de todos estos dulces y productos navideños tienen en la provincia de Almería su principal consumidor final. “Sobre todo en la comarca del Poniente y en la capital, y en menor medida en el Levante y en las zonas del interior”, describe.
Los mantecados de Fondón también tienen clientes particulares en Madrid, Guadalajara o Lérida, y mayoristas en Motril, Granada, Jaén o Barcelona.
“Mi ilusión personal es poder entrar con fuerza en Madrid”, confiesa el maestro artesano.
Desarrollo rural
La fábrica de CAMP de Fondón, del mismo modo que la cooperativa Mantecados y Especialidades Dulce Andarax de la vecina localidad de Laujar, son motores económicos de la comarca de la Alpujarra almeriense, sobre todo en tiempos de destrucción de empleo como los actuales. Este tipo de empresas familiares y cooperativas vertebran el territorio y mantienen el empleo. Por ejemplo, CAMP tiene en plantilla a 18 trabajadores de la zona.
“La campaña ha ido mejor de lo esperado, las perspectivas hace unos meses eran inciertas, pero finalmente la demanda se ha mantenido respecto a la Navidad pasada”, explica el propietario, Mariano Campos, que es la tercera generación de maestros artesanos de este dulce navideño.
Su abuelo, Diego Campos Pérez, levantó en la década de los 50 una panadería, que posteriormente apostaría por los mantecados, en un municipio y en una comarca alpujarreña con larga tradición en este arte culinario.
“Nuestro producto estrella es el mantecado”, subraya Mariano, “pero este año ha tenido una tirada considerable el polvorón de almendra y el rosco de anís, aunque también los fabricamos de vino y de avellana”.
Esta campaña de 2011 CAMP cerrará con unos números en torno a los 120.000 kilos de producto artesanal, cifra muy similar a la del año pasado. Sin embargo, los efectos de la crisis sobre el consumo sí se apreciaron en los años anteriores. “De 2009 a 2010 sí que se notó un importante bajón de un 20%; pero ahora parece que ya se ha estabilizado”, describe el empresario.
El negocio de los mantecados vive siempre enfocado a la segunda mitad del año. Desde agosto hasta Nochebuena la fábrica está en funcionamiento. Los períodos de máxima producción y demanda se localizan a finales de noviembre y durante los diez primeros días del mes de diciembre. El resto del año las producciones son muy limitadas, enfocadas únicamente a reponer y no dejar sin producto ni existencias el despacho de esta empresa familiar.
También trufas
Este año, como novedad, la fábrica de Fondón ha elaborado su primer turrón usando la almendra almeriense como materia prima. “Nos ha ido bien y se ha vendido fácilmente”, señala Campos, que añade que además de turrón también se han fabricado trufas.
La mayoría de todos estos dulces y productos navideños tienen en la provincia de Almería su principal consumidor final. “Sobre todo en la comarca del Poniente y en la capital, y en menor medida en el Levante y en las zonas del interior”, describe.
Los mantecados de Fondón también tienen clientes particulares en Madrid, Guadalajara o Lérida, y mayoristas en Motril, Granada, Jaén o Barcelona.
“Mi ilusión personal es poder entrar con fuerza en Madrid”, confiesa el maestro artesano.
Desarrollo rural
La fábrica de CAMP de Fondón, del mismo modo que la cooperativa Mantecados y Especialidades Dulce Andarax de la vecina localidad de Laujar, son motores económicos de la comarca de la Alpujarra almeriense, sobre todo en tiempos de destrucción de empleo como los actuales. Este tipo de empresas familiares y cooperativas vertebran el territorio y mantienen el empleo. Por ejemplo, CAMP tiene en plantilla a 18 trabajadores de la zona.
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