Dos centenares de almerienses acompañaron el paseo del Pendón

El Pendón recorría ayer las calles de Almería en un día festivo y con mucho más público que otros años. Quizá es que al ser festivo pero con muchas tiendas abiertas llevó a muchos a decidirse a acercarse hasta el centro, tanto es así, que algo más de doscientas personas vivieron ayer la celebración de la toma de la ciudad por los Reyes Católicos el 26 de diciembre de 1489.

Se estrenaba bajo los 20 kilos de peso del Pendón el concejal más joven de la Corporación, Carlos Sánchez, quien veía el día de ayer como “emocionante”, tiene claro que el ser el encargado de llevar este estandarte por la ciudad le ha procurado “un pequeño lugar en la historia” y reconocía que ha sido “mejor de lo esperado”.

Para el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, el acto de ayer fue tranquilo, lejos quedaron las polémicas de otros años en los que los destractores de esta celebración de la Reconquista de Almería abucheaban al tremolar el Pendón, y sí que reconocía que había sido un año con mucha presencia de público. Lo que no tiene claro es que esto vaya a suponer volver a convertir en fiesta esta celebración.

Arrancaban los actos a las 10.30 horas de la mañana cuando el alcalde le pedía al portador del Pendón que pronunciara su juramento, por tres veces, de devolverlo al Ayuntamiento en las mismas condiciones en las que se le entregaba. Llegaba el momento entonces de comenzar el desfile procesional hasta llegar a la Catedral donde las autoridades civiles dejaban paso a las religiosas.

Era entonces el momento en el que el Grupo Municipal Socialista se dividía, y es que este año el portavoz municipal, Juan Carlos Usero, ha decidido dejar libertad a cada edil para que elija participar o no en la parte religiosa del acto. Esta libertad dejaba dentro de la Catedral a Juan Carlos Usero, Joaquín Jiménez y Clara Inés Rodríguez, mientras fuera quedaban Deborah Serón, Inés Plaza y Mª Carmen Núñez, así como los representantes de la nueva ejecutiva municipal socialista que estaban acompañando el acto.

Presidida desde la llegada a la Catedral por el obispo de la Diócesis, Adolfo González Montes, continuó la procesión hasta el momento de celebrar la misa. Una eucaristía que duró cerca de una hora y en cuya homilía el obispo hizo múltiples referencias a San Esteban, patrón de la ciudad y festividad del día, y a la persecución que aún hoy siguen sufriendo los cristianos en muchos puntos del mundo. Afirmaba que “los enemigos de la fe se molestan por el éxito de la predicación evangélica y quieren que se extinga”, además de considerar que, a pesar de la sociedad aconfesional actual, sin la historia católica que llevamos detrás “nuestra identidad de hoy no sería la misma” y cree que de los valores cristianos nació “la declaración de los derechos fundamentales”.

El resto del acto fue con normalidad, incluído la tremolación del Pendón por parte del alcalde al volver al Ayuntamiento de Almería. En el acto hubo ausencias, algunas tan notables como la de los dos concejales de Izquierda Unida, hasta cuatro ediles del PP y un socialista, y sobre todo hubo mucha prisa, y es que el alcalde salió volando para la toma de posesión de María Carmen Crespo, como delegada de Gobierno en Andalucía.