‘Huércal-Overa Sin Fronteras’ lleva futuro a 150 niños en Nicaragua

Doce años lleva trabajando la asociación ‘Huércal-Overa Sin Fronteras’ en proporcionar una vida mejor a niños del barrio de Villasandino en la ciudad de Granada, en Nicaragua. Un proyecto en el que se embarcó Martín Ortega junto a otro huercalense, Juan Ortega, misionero en centroamérica, y por el que sigue trabajando con la misma ilusión inicial. Junto a Martín casi medio centenar de voluntarios y donaciones anónimas que hace que cada año unos 150 niños puedan comer y tengan asistencia sanitaria.

El proyecto inicial consistía en levantar una cocina con porche y sin paredes, algo que gracias a la importante colaboración inicial decidió modificarse. “Le propusimos -Caritas Parroquial también colabora- a Juan, y en previsión de catástrofes naturales, hacer unas instalaciones más solidas”, explica Martín. Así nació el ‘Complejo Infantil Virgen del Río’, “nombre escogido por el propio Juan Ortega por la gran devoción que le tiene a esta imagen huercalense”.

A lo largo de estos años, siempre gracias a la colaboración de los vecinos y al trabajo que desarrollan los voluntarios y el propio Martín Ortega, se han ido ampliando la calidad y los servicios prestados hasta llegar a un par de aulas de preescolar, una consulta médica, una farmacia, una tienda popular e, incluso, la concesión de micropréstamos y becas de estudio escolares.

Martín Ortega ha estado en dos ocasiones en Nicaragua. “Allí he podido comprobar la eficaz e ingente labor que desarrollan los misioneros con la ayuda del dinero que les transferimos de forma directa, unos 18.000 euros al año”, pero además relata el agradecimiento que tiene la gente al pueblo de Huércal-Overa ya que “lo ven como algo muy especial y sólo tienen buenas palabras para él”.

Todos los años la asociación instala una caseta en la feria, donde trabajan voluntarios, y todo el dinero recaudado en esos días, junto con las donaciones, es enviado para Nicaragua.

Para Martín Ortega los beneficios generados son fáciles de cuantificar, “actualmente más de 150 niños comen diariamente y durante estos años miles de niños se han salvado de la desnutrición y de enfermedades. Además, se han generado puestos de trabajo estables para los vecinos de la zona”.