Una obra de arte a la altura de la vida -y martirio- de Emilia Fernández Rodríguez, conocida como Emilia 'la Canastera'. Un nombre que se hace indispensable conocer para entender lo que supone el imponente tríptico elaborado por el pintor olulense Agustín Sánchez Garren y que ya luce en la iglesia de Santa María de Tíjola.
Emilia 'la Canastera', nacida en Tíjola, fue la primera gitana considerada oficialmente como mártir y beatificada por la Iglesia hace tan sólo unos años. Los hechos que dieron pie a este nombramiento se remontan a tiempos de la Guerra Civil, cuando Emilia aprendió a rezar dentro de una cárcel almeriense y, una vez descubierta, se negó a desvelar el nombre de la persona que le enseñó a 'comunicarse' con su dios. Estaba embarazada y prácticamente se le dejó morir en la prisión de 'Gachas Colorás' (con algún traslado al hospital de por medio) mediante atenciones insuficientes una vez que su hija vino al mundo.
La falta de una atención sanitaria mínimamente adecuada hijo que madre e hija no pudieran compartir mucho tiempo. A los pocos días del parto, Emilia falleció. Hoy, sus ojos vuelven a iluminar a quienes los miran en un espacio muy distinto de aquella cárcel almeriense en la que permaneció en tiempos de guerra. El responsable de que esto haya sido posible no ha sido otro que el reconocido pintor Agustín Sánchez Garren, natural de Olula del Río.
Sobre él recayó la responsabilidad de crear esta obra sobre la mártir tijoleña y ha cumplido con creces con esta labor encargada por el Obispado de Almería y que tal y como ha manifestado durante una entrevista en la Cadena SER, le ha llevado más de dos años. "Hice bocetos de todo tipo pero no estaba conforme", recuerda el artista, ya que "no había dónde inspirarse realmente" al no tener una fotografía real de ella. "Al final una noche me levanté, cogí los pinceles y empecé a manchar. Parecía que alguien me decía: 'lo tienes en las manos, venga'. Y ahí salieron los ojos de Emilia. A partir de ahí el día se me echó encima, empecé a pintar y no dejé los pinceles haciendo estas tres obras".
En ese tríptico de grandes dimensiones (casi 3 metros de altura y 1,80 de ancho), el cuadro de Emilia aparece acompañado por otros dos protagonizados también por mártires. En el cuadro central, aparecen ángeles revoloteando por el cielo y bajo Emilia aparece una niña dentro de un canasto de mimbre depositado en el suelo. Una referencia directa al parto de Emilia y a la profesión de canastera que ejercía antes de entrar en prisión.
El autor tuvo la oportunidad de hablar con familiares de Emilia durante la inauguración de la obra el pasado fin de semana, lo que recuerda con emoción. "Tuve la suerte de hablar con una tía suya que estuvo en la inauguración y también conversé con el sobrino. Eran todo lloros al hablar de esta mujer".
Próximas visitas desde México y Roma
La atracción no sólo religiosa sino también artística que supone este tríptico ha cobrado unas dimensiones inimaginables ya que como ha adelantado el propio Agustín Sánchez Garren, está prevista una próxima visita desde México desde donde "vendrán en peregrinación a ver esta obra" así como "desde Roma para saber más cosas de esta obra".
Un gran tríptico con la firma de Agustín Sánchez Garren y que tras dos año de gestación, tan sólo acaba de nacer y ya ha llamado la atención no sólo de los vecinos tijoleños, sino también de devotos de distintas partes del mundo.
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