José Antonio Arcos
07:00 • 30 ene. 2012
En este momento la Administración andaluza trabaja, en colaboración con los agentes del sector agrícola, en la redacción de propuestas alternativas y de mejora de la futura PAC, Política Agrícola Comunitaria. Ayer el delegado de Agricultura y Pesca de la Junta en Almería, José Antonio Salinas, dio a conocer, durante el balance de legislatura de estos últimos cuatro años, algunos detalles de dichas propuestas. Una de las más novedosas es la intención de la Junta de sacar a las hortalizas del ámbito de acción de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).
Dicha Comisión multa a los agentes que pacten precios, aunque sea en momentos puntuales para evitar el hundimiento de las cotizaciones de los productores. Sin embargo, el hecho de sacar a tomate, pepino, berenjena, pimiento, calabacín o melón y sandía de la potestad de la CNC daría al campo almeriense la oportunidad de sobrevivir ante las prácticas de competidores como Marruecos, que habitualmente colapsan el mercado con productos baratos y por debajo de coste.
La idea que propone la Administración autonómica es que los agentes del sector hortofrutícola almeriense ante situaciones de crisis puedan concentrar su oferta pactando precios, unos precios mínimos que supongan cubrir el coste de producción de los mismos; de tal manera que los clientes europeos no puedan tirar a la baja las cotizaciones de los productos almerienses, aunque el vecino marroquí venda muy barato. De este modo, se evitaría vender pepinos a 10 céntimos o tomates a 15 céntimos y, por lo tanto, el sector hortofrutícola almeriense sería rentable y tendría futuro.
“Que Competencia no actúe sobre esos precios para que las explotaciones familiares agrarias sean rentables, eso implica que el agricultor venda siempre por encima del precio de coste con un pequeño beneficio industrial, así lograremos la sostenibilidad del modelo de Almería”, dijo Salinas.
El campo en números
El sector agrario almeriense, a pesar de la crisis económica y financiera mundial, y a pesar de las dificultades propias y de los problemas provocados desde el exterior, está mostrando su vigor e incluso se ha erigido en sector refugio del empleo destruido en otros sectores de la economía, según el resumen del balance hecho ayer por el delegado. Salinas destacó la actitud de los horticultores de Almería, que han seguido invirtiendo para avanzar en competitividad y sostenibilidad para generar riqueza y empleo.
Un ejemplo de este carácter emprendedor es la exportación. Las ventas de frutas y hortalizas en los mercados exteriores no paran de crecer y ya suponen en torno al 62% del total de la producción. En 2011, a falta de incorporar los datos de diciembre, ya se ha establecido un récord histórico en el volumen exportado de frutas y hortalizas, con 1.704.321 toneladas, ya que el ejercicio completo en el que más producto exportó Almería fue en 2009, con 1.700.843 toneladas, según los datos del ICEX elaborados por la Delegación de Agricultura y Pesca.
El sector agrario almeriense aporta más del 21% al Producto Interior Bruto de la provincia y entre los puestos de trabajo directos y los que generan las actividades vinculadas a él, da empleo a más de 100.000 personas, prácticamente uno de cada tres empleos de la provincia. En los cuatro últimos años, el campo almeriense ha creado 4.000 empleos: mientras en 2008 el número de afiliados al Régimen Especial de la Seguridad Social era de 40.135, el pasado diciembre la cifra de contratados era de 44.150.
Entre 2008 y 2011 el agro almeriense ha gestionado ayudas por más de 410 millones de euros, además de los 26,9 millones de euros de compensación por la E.Coli. De estos 410 millones de fondos públicos gestionados por la Consejería se han beneficiado más de 5.000 productores.
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Dicha Comisión multa a los agentes que pacten precios, aunque sea en momentos puntuales para evitar el hundimiento de las cotizaciones de los productores. Sin embargo, el hecho de sacar a tomate, pepino, berenjena, pimiento, calabacín o melón y sandía de la potestad de la CNC daría al campo almeriense la oportunidad de sobrevivir ante las prácticas de competidores como Marruecos, que habitualmente colapsan el mercado con productos baratos y por debajo de coste.
La idea que propone la Administración autonómica es que los agentes del sector hortofrutícola almeriense ante situaciones de crisis puedan concentrar su oferta pactando precios, unos precios mínimos que supongan cubrir el coste de producción de los mismos; de tal manera que los clientes europeos no puedan tirar a la baja las cotizaciones de los productos almerienses, aunque el vecino marroquí venda muy barato. De este modo, se evitaría vender pepinos a 10 céntimos o tomates a 15 céntimos y, por lo tanto, el sector hortofrutícola almeriense sería rentable y tendría futuro.
“Que Competencia no actúe sobre esos precios para que las explotaciones familiares agrarias sean rentables, eso implica que el agricultor venda siempre por encima del precio de coste con un pequeño beneficio industrial, así lograremos la sostenibilidad del modelo de Almería”, dijo Salinas.
El campo en números
El sector agrario almeriense, a pesar de la crisis económica y financiera mundial, y a pesar de las dificultades propias y de los problemas provocados desde el exterior, está mostrando su vigor e incluso se ha erigido en sector refugio del empleo destruido en otros sectores de la economía, según el resumen del balance hecho ayer por el delegado. Salinas destacó la actitud de los horticultores de Almería, que han seguido invirtiendo para avanzar en competitividad y sostenibilidad para generar riqueza y empleo.
Un ejemplo de este carácter emprendedor es la exportación. Las ventas de frutas y hortalizas en los mercados exteriores no paran de crecer y ya suponen en torno al 62% del total de la producción. En 2011, a falta de incorporar los datos de diciembre, ya se ha establecido un récord histórico en el volumen exportado de frutas y hortalizas, con 1.704.321 toneladas, ya que el ejercicio completo en el que más producto exportó Almería fue en 2009, con 1.700.843 toneladas, según los datos del ICEX elaborados por la Delegación de Agricultura y Pesca.
El sector agrario almeriense aporta más del 21% al Producto Interior Bruto de la provincia y entre los puestos de trabajo directos y los que generan las actividades vinculadas a él, da empleo a más de 100.000 personas, prácticamente uno de cada tres empleos de la provincia. En los cuatro últimos años, el campo almeriense ha creado 4.000 empleos: mientras en 2008 el número de afiliados al Régimen Especial de la Seguridad Social era de 40.135, el pasado diciembre la cifra de contratados era de 44.150.
Entre 2008 y 2011 el agro almeriense ha gestionado ayudas por más de 410 millones de euros, además de los 26,9 millones de euros de compensación por la E.Coli. De estos 410 millones de fondos públicos gestionados por la Consejería se han beneficiado más de 5.000 productores.
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