Aperitivo del invierno con la llegada de una masa de aire polar

Hasta este pasado martes los almerienses han disfrutado lo que los meteorólogos califican como el ‘veroño’, es decir, un otoño con temperaturas elevadas para esta época del año.

Sin embargo, a partir del miércoles se produjo la entrada de un frente de aire frío, procedente del Polo Norte, que ha provocado un brusco descenso de los termómetros en toda la provincia, con mayor intensidad en las comarcas del interior y en las zonas de alta montaña.

Descenso térmico
Con la llegada de esa masa de aire polar, impulsada por viento del norte que tras atravesar la parte más occidental del continente europeo se ha dejado notar en España, con una ‘lengua’ que ha penetrado hasta Almería, la provincia ha tenido lo que podría denominarse un pequeño ‘anticipo’ del invierno que ya se asoma a la vuelta de la esquina.

Según explica Eduardo Romay, del colectivo de analistas climáticos de Almería Cazatormentas, el descenso térmico ha sido relativamente importante y en poco más de 24 horas se pasaba de los 26 a 28 grados en las zonas del litoral a apenas veinte.

Frío en el interior
Más acusado ha sido el bajón en amplias zonas del interior provincial, donde los seis o siete grados menos que sólo uno o dos días antes han rebajado las mediciones hasta los 12 o 13 grados centígrados de máxima y valores incluso por debajo de los diez grados en los pueblos situados a mayor altitud.

Las mínimas también se han reducido de forma muy perceptible y si en las costas se han dado estos dos últimos días unas temperaturas que rondaban los diez grados, en el interior ha habido registros de uno o dos grados, sobre todo en las sierras de mayor altura.

Viento del norte
Para empujar esa masa de aire frío los vientos de poniente que habían sido protagonistas en los primeros días de esta semana, se convertían inicialmente en noroeste para finalmente rolar a viento del norte en gran parte de la provincia. Sólo en las costas se ha mantenido la componente oeste, suavizando en algo la bajada de las temperaturas.

Los fenómenos meteorológicos han interactuado entre sí de forma que la vaguada polar ha aislado una DANA que, no obstante, no se ha hecho potente y, por tanto, no ha dado origen a las precipitaciones intensas que suelen acompañar a este tipo de fenómenos.

Salvo en los dos primeros días de la semana, los vientos no han sido especialmente intensos y han ido decreciendo en intensidad a medida que ha ido avanzando la semana.

Copos de nieve
Con esa situación se ha hecho frecuente en los cielos almerienses la presencia de nubes, pero en clara alternancia con los claros, de forma que se ha minimizado la posibilidad de que se registraran lluvias de consideración.

No obstante en algunos puntos de la provincia se han registrado chubascos, en general débiles y dispersos. Lo único reseñable es que en cotas superiores a los 1.500 metros de altitud esas gotas de lluvia se han convertido en copos de nieve que no han tenido la intensidad suficiente para teñir de blanco las cimas, aunque se puede decir que son las primeras nieves del invierno, escasas ciertamente, pero nieves al fin.

Fin del episodio
Hoy sábado será en cualquier caso el último día de presencia de la masa de aire polar ya que a partir de mañana domingo las temperaturas iniciarán un incremento hasta los valores que se consideran normales para esta época del año. Las previsiones iniciales, que apuntaban a la posibilidad de nubosidad importante sobre la provincia para la semana que viene, con lluvias en casi todas las comarcas, han sufrido variaciones y no se esperan esas precipitaciones.

Ropa de abrigo 
Parecía que no, pero al final las estaciones se dejan notar y con ellas esos cambios de indumentaria que reflejan la realidad de los termómetros.

Hasta hace muy pocos días imperaban en Almería y las zonas costeras la manga corta, las sandalias y las bermudas, pero el frío polar ha hecho al fin acto de presencia y, de su mano, los almerienses revuelven estos días los armarios en busca de esas prendas de abrigo que han estado guardadas durante más de siete meses.

Se dice con frecuencia que Almería sólo tiene dos estaciones, el verano y el invierno, porque cada vez más las primaveras y los otoños se parecen más y las transiciones son más bruscas. Es hora de abrigos y bufandas.