Elizabeth de la Cruz
20:41 • 11 feb. 2012
Los quirófanos, paritorios, las habitaciones de aislamiento, las salas de intervención, la Unidad de Cuidados Intensivos, Urgencias, Planta, pasillos, Cafetería, la zona administrativa, las salas de espera, Cocina, Mortuorio, Archivo, consultas, Farmacia, Laboratorio, escaleras, ascensor, los despachos... Áreas críticas, o no, zonas útiles, comunes, privadas, para pacientes, acompañantes, personal, familiares, profesionales, visitantes, y cómo no, para los medios de comunicación. El Hospital de Poniente ‘se desnuda’ al completo y decide mostrar esa otra cara, la más oculta, aquella que solo persigue mostrar una parte desconocida pero que no por ello es menos importante sino que además, resulta ser la más vital, la que le da vida.
Porque con más de 5.000 personas que a diario pisan sus instalaciones, no es de extrañar que sus más de 2.000 metros cuadrados de galerías estén incluso ‘mimadas’ y que nada pueda escapar a la fortuna o a la suerte porque del buen funcionamiento de sus ‘entrañas’ depende la comodidad, el bienestar, e incluso la vida de sus pacientes.
Lo explica muy bien Ramón Estrada, subdirector de Infraestructuras del Hospital de Poniente, quien realiza un repaso de aquellas áreas y salas tan necesarias para el buen desarrollo de cualquier complejo sanitario. “Climatización, la sala de agua caliente sanitaria, la de agua fría, la sala de electricidad, la de gases medicinales, la de saneamiento, son las partes que realmente hacen que se esté en funcionamiento 24 horas al día 365 días al año”.
Quizás la vistosidad o la belleza no sean los adjetivos calificativos que mejor definan a estas instalaciones; incluso para muchos, pueda llegar a ser aburrido observar a simple vista, qué se cuece bajo el suelo que uno pisa al llegar a un hospital. Pero lo que la mayor parte de la población desconoce es que un edificio de más de 45.000 metros cuadrados de superficie, cuyo principal objetivo pasa por la prestación pública de servicios sanitarios a sus pacientes, tiene que estar pensado y diseñado para garantizar precisamente esa prestación del servicio, pero también para atender todo tipo de demandas que puedan producirse, y cuyo mantenimiento es posible gracias a un área de generación ubicada en la planta industrial y de una compleja red de canalizaciones que llega hasta el último rincón.
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Porque con más de 5.000 personas que a diario pisan sus instalaciones, no es de extrañar que sus más de 2.000 metros cuadrados de galerías estén incluso ‘mimadas’ y que nada pueda escapar a la fortuna o a la suerte porque del buen funcionamiento de sus ‘entrañas’ depende la comodidad, el bienestar, e incluso la vida de sus pacientes.
Lo explica muy bien Ramón Estrada, subdirector de Infraestructuras del Hospital de Poniente, quien realiza un repaso de aquellas áreas y salas tan necesarias para el buen desarrollo de cualquier complejo sanitario. “Climatización, la sala de agua caliente sanitaria, la de agua fría, la sala de electricidad, la de gases medicinales, la de saneamiento, son las partes que realmente hacen que se esté en funcionamiento 24 horas al día 365 días al año”.
Quizás la vistosidad o la belleza no sean los adjetivos calificativos que mejor definan a estas instalaciones; incluso para muchos, pueda llegar a ser aburrido observar a simple vista, qué se cuece bajo el suelo que uno pisa al llegar a un hospital. Pero lo que la mayor parte de la población desconoce es que un edificio de más de 45.000 metros cuadrados de superficie, cuyo principal objetivo pasa por la prestación pública de servicios sanitarios a sus pacientes, tiene que estar pensado y diseñado para garantizar precisamente esa prestación del servicio, pero también para atender todo tipo de demandas que puedan producirse, y cuyo mantenimiento es posible gracias a un área de generación ubicada en la planta industrial y de una compleja red de canalizaciones que llega hasta el último rincón.
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