Cómo jubilarte en un lugar con lo mejor de una residencia y un hotel de lujo

La nueva residencia geriátrica de Vera ya cuenta con sus primeros usuarios afincados en las vanguardistas instalaciones.

Isabel Sorroche directora del nuevo centro cuenta que actualmente están ingresando una media de tres usuarios semanales, “preferimos ir poco a poco para ir acompañándolos en el proceso de adaptación y que sea lo más personalizado posible”, explica la responsable. Un trato personalizado que se deja ver en cada una de las estancias de la residencia de ancianos, cuidadas al mínimo detalle.

Según datos ofrecidos por la directora el centro surge de diversas reuniones entre el estudio de arquitectura encargado del proyecto y los distintos directores de otras residencias del grupo ‘Avita’. En esas reuniones se fueron poniendo de manifiesto las mejores que cada uno haría en su residencia, para optimizar el servicio. Fruto de esos encuentros “tenemos como resultado una residencia funcional, con un diseño único y adaptada a las necesidades tanto de usuarios como de trabajadores” apunta Sorroche.

El centro cuenta con todas las comodidades que puedas imaginar, desde amplias zonas ajardinadas para disfrutar del aire puro y la naturaleza, hasta la posibilidad de cultivar en un huerto situado en la azotea de las instalaciones. Su propia capilla o incluso su propio tanatorio con acceso específico. Funcionalmente cuenta con vestuarios individuales y separados por sexos para los trabajadores, salas de lavado para: carros, camillas, sillas o diferentes utensilios de uso diario.

Algunas de las habitaciones dobles de la residencia cuentan con amplias terrazas y por supuesto baños adaptados en cada una de las 69 habitaciones. Con una capacidad para 120 usuarios, actualmente quedan muchas plazas libres en este innovador centro geriátrico.

“Se han interesado unas 60 personas por nuestra residencia, de Almería y de otras provincias, de hecho ya tenemos algún usuario de otra provincia” comenta la directora. Como anécdota Sorroche explica que un usuario extranjero contactó con ellos para ingresar a las instalaciones con una sola preocupación “que hablásemos Inglés”, a lo que la responsable contestó “que no había ningún problema”, ya que apostilló que las empleadas dominaban también esta segunda lengua.

El trato es tan especializado que la directora comenta que como novedad quieren introducir también la posibilidad de introducir un “servicio de comidas a la carta”, aunque ahora mismo según palabras de Isabel Sorroche, “se sirven menús adaptados que estamos elaborando en nuestra cocina propia desde nuestra apertura”.

El único requisito para vivir en esta residencia de ensueño es una PCR negativa en los últimos 3 días previos al ingreso, así como el certificado de vacunación Covid. Eso sí, la nueva residencia es de titularidad privada y los usuarios tendrán que hacerse cargo íntegramente de los pagos de su estancia.