G. Ruiz
21:52 • 16 feb. 2012
El IES Mediterráneo de Garrucha celebró ayer por la mañana un simulacro de incendio, acción que se contempla en su Plan de Autoprotección. Aunque se viene realizando desde hace varios años, este curso ha contado con los medios externos que suelen actuar en un caso real. Para la realización del mismo se han coordinado el profesorado del centro, los Bomberos del Levante, que tienen la sede en Turre, Policía Local y Protección Civil de Garrucha, así como la edil de Seguridad del Consistorio, Mª Paz Bonet.
Una vez que sonó la alarma en el recinto del IES, éste ya se encontraba con gran cantidad de humo en sus dependencias, dándose aviso a todos los cuerpos mencionados y evacuándose el centro según lo previsto, un desalojo que tardó en producirse dos minutos y ocho segundos. Rápidamente hasta tres vehículos de los bomberos, uno de Policía Local y otro de Protección Civil se presentaron en el instituto haciendo sonar todas las sirenas posibles.
Alumnos escondidos
Para que el simulacro fuese lo más real posible se escondieron a dos alumnos para que los bomberos tuviesen que localizarlos con los mecanismos de detección que utilizan en esos casos.
La alumna que más se tardó en rescatar, Marta Morales, de 4º de ESO, afirmaba a LA VOZ que “he pasado algún momento de miedo, ya que oía a los bomberos comentar que no me localizaban y yo no quería hablar nada tal como estaba previsto”.
Paralelamente se simuló otro incendio en una de las terrazas del centro para lo que se tuvieron que emplear la grúa y canastilla de uno de los vehículos de los bomberos.
Ahora toca hacer balance y corregir los errores cometidos y las deficiencias del propio centro.
Una vez que sonó la alarma en el recinto del IES, éste ya se encontraba con gran cantidad de humo en sus dependencias, dándose aviso a todos los cuerpos mencionados y evacuándose el centro según lo previsto, un desalojo que tardó en producirse dos minutos y ocho segundos. Rápidamente hasta tres vehículos de los bomberos, uno de Policía Local y otro de Protección Civil se presentaron en el instituto haciendo sonar todas las sirenas posibles.
Alumnos escondidos
Para que el simulacro fuese lo más real posible se escondieron a dos alumnos para que los bomberos tuviesen que localizarlos con los mecanismos de detección que utilizan en esos casos.
La alumna que más se tardó en rescatar, Marta Morales, de 4º de ESO, afirmaba a LA VOZ que “he pasado algún momento de miedo, ya que oía a los bomberos comentar que no me localizaban y yo no quería hablar nada tal como estaba previsto”.
Paralelamente se simuló otro incendio en una de las terrazas del centro para lo que se tuvieron que emplear la grúa y canastilla de uno de los vehículos de los bomberos.
Ahora toca hacer balance y corregir los errores cometidos y las deficiencias del propio centro.
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