Un joven de la localidad de Oria, Lucas G. R, murió en su domicilio al ser asesinado por su propia madre con la complicidad de sus otros dos hermanos. La familia vivía en una pequeña vivienda situada a la entrada de la población. El suceso fue uno de los casos más destacados de la página negra de Almería en los años cincuenta y las circunstancias del crimen aún siguen en la memoria de los vecinos más ancianos de la comarca.
El hecho se produjo en verano de 1953 y entre las versiones que se divulgaron como las claves del crimen, fue el irascible y violento carácter de la victima que tenía sometida a toda la familia bajo su voluntad.
El caso, ante las dificultades que en un principio presentaba para su esclarecimiento fue investigado a fondo por el titular del juzgado de instrucción de Purchena en colaboración con la Guardia Civil.
La madre de la víctima y los hermanos del fallecido, Juan y Gregorio, fueron juzgados y condenados por la Audiencia Provincial de Almería acusados de un delito de parricidio y asesinato. La sentencia del caso, sumario 64/53 fue hecha pública el 29 de marzo de 1955 hace hoy sesenta y siete años.
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