José Antonio Arcos
20:43 • 04 mar. 2012
El campo almeriense en lugar de concentrarse se atomiza o dispersa. Pese a los continuos llamamientos en los últimos años de la Administración para fomentar la unión de empresas; la realidad a pie de campo es bien distinta. En las últimas dos campañas ha proliferado el número de nuevas empresas de comercialización, generalmente pequeñas SL, aunque también son abundantes los grupos reducidos de agricultores que se han agrupado para enviar producto de forma directa a algunos clientes, casi siempre españoles.
“Ahora mismo la tendencia en lugar de ser hacia la concentración es hacia la atomización, sobre todo, en los últimos dos años, es algo preocupante y una situación difícil”, expresa el presidente de Coexphal y Murgiverde, Manuel Galdeano. Precisamente lo dice el dirigente de uno de los pocos proyectos recientes de concentración de la oferta que aglutinó bajo el paraguas de Murgiverde a Campovícar y Geosur. Las otras dos iniciativas que han conseguido cristalizar, pero que son excepciones en un escenario de atomización, son Agroiris (Mayba y Ejidoluz) y Única Group (Cabasc, Ferva, Casur, Cohorsan, Agrieco y El Grupo).
Esta visión de un espectro empresarial cada vez más desmenuzado la tiene también el presidente de las alhóndigas y empresas de Ecohal, Enrique Vargas, que lo expresa de forma muy gráfica: “Se juntan dos y forman una empresa, hay chiringuitos nuevos por todos sitios, sobre todo, en la zona de Roquetas, El Ejido, Vícar y La Mojonera”.
Vargas pone fecha y da posibles motivos: “El año pasado empezaron a aparecer, pero es este año cuando se ha producido la explosión; es fruto de la desesperación del agricultor, hay gente a la que no le va bien y empiezan a mandar producto”.
En realidad, la naturaleza de todo este trajín del sector comercializador es bien distinta. Hay casos de comerciales de empresas que se han marchado para constituir sus propias compañías; hay grupos de agricultores, con cierta dimensión, que han contactado con clientes europeos a los que les envían producto sin intermediarios; o también simplemente se han constituido pequeñas nuevas empresas.
A todo ello habría que sumar otro fenómeno, que precisamente es en primavera en el cultivo de melón y sandía donde más prolifera: los camiones frigoríficos que directamente cargan a las puertas de los invernaderos.
Cifras oficiales
El Servicio de Agricultura, Ganadería, Industria y Calidad de la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca en Almería ha elaborado un informe, que recoge la evolución del número de operadores comerciales desde 2006 hasta 2012.
Dicho estudio arroja que el número de entidades comercializadoras que vendían en 2006 como productos tomate, pimiento, melón, sandía, berenjena, judía verde, calabacín y pepino era de 129 y en la actualidad de 141. Esto significa un incremento de empresas cercano al 10%.
Del mismo modo, también han crecido las instalaciones hortofrutícolas de producto en fresco, de 143 existentes en el año 2006 a 167 en este 2012, es decir, un aumento que ronda el 17%. Hay entidades comercializadoras que tienen hasta cinco centros o instalaciones de manipulado.
Pequeñas y grandes
Sí aprecia dicho informe de la Delegación de Agricultura un fenómeno significativo que se traduce en que en estos últimos años las diez empresas comercializadoras más grandes se han hecho aún más grandes.
En 2006 ese club selecto de las diez primeras manejaba el 54% de los kilos comercializados en Almería y en 2012 casi el 68%. En términos de facturación estas compañías tienen un ascenso proporcional, ya que en 2006 aglutinaban el 64% de la facturación y hoy día casi el 75%.
En el otro extremo están las pequeñas en constante movimiento. “Dentro de las entidades de comercialización eran 72 las que comercializaban más de 10.000 toneladas en 2006, en 2012 siguen siendo igualmente 72. Por otra parte, las entidades de comercialización que comercializaban menos de 10.000 toneladas eran 57 en 2006, en cambio en
“Ahora mismo la tendencia en lugar de ser hacia la concentración es hacia la atomización, sobre todo, en los últimos dos años, es algo preocupante y una situación difícil”, expresa el presidente de Coexphal y Murgiverde, Manuel Galdeano. Precisamente lo dice el dirigente de uno de los pocos proyectos recientes de concentración de la oferta que aglutinó bajo el paraguas de Murgiverde a Campovícar y Geosur. Las otras dos iniciativas que han conseguido cristalizar, pero que son excepciones en un escenario de atomización, son Agroiris (Mayba y Ejidoluz) y Única Group (Cabasc, Ferva, Casur, Cohorsan, Agrieco y El Grupo).
Esta visión de un espectro empresarial cada vez más desmenuzado la tiene también el presidente de las alhóndigas y empresas de Ecohal, Enrique Vargas, que lo expresa de forma muy gráfica: “Se juntan dos y forman una empresa, hay chiringuitos nuevos por todos sitios, sobre todo, en la zona de Roquetas, El Ejido, Vícar y La Mojonera”.
Vargas pone fecha y da posibles motivos: “El año pasado empezaron a aparecer, pero es este año cuando se ha producido la explosión; es fruto de la desesperación del agricultor, hay gente a la que no le va bien y empiezan a mandar producto”.
En realidad, la naturaleza de todo este trajín del sector comercializador es bien distinta. Hay casos de comerciales de empresas que se han marchado para constituir sus propias compañías; hay grupos de agricultores, con cierta dimensión, que han contactado con clientes europeos a los que les envían producto sin intermediarios; o también simplemente se han constituido pequeñas nuevas empresas.
A todo ello habría que sumar otro fenómeno, que precisamente es en primavera en el cultivo de melón y sandía donde más prolifera: los camiones frigoríficos que directamente cargan a las puertas de los invernaderos.
Cifras oficiales
El Servicio de Agricultura, Ganadería, Industria y Calidad de la Delegación Provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca en Almería ha elaborado un informe, que recoge la evolución del número de operadores comerciales desde 2006 hasta 2012.
Dicho estudio arroja que el número de entidades comercializadoras que vendían en 2006 como productos tomate, pimiento, melón, sandía, berenjena, judía verde, calabacín y pepino era de 129 y en la actualidad de 141. Esto significa un incremento de empresas cercano al 10%.
Del mismo modo, también han crecido las instalaciones hortofrutícolas de producto en fresco, de 143 existentes en el año 2006 a 167 en este 2012, es decir, un aumento que ronda el 17%. Hay entidades comercializadoras que tienen hasta cinco centros o instalaciones de manipulado.
Pequeñas y grandes
Sí aprecia dicho informe de la Delegación de Agricultura un fenómeno significativo que se traduce en que en estos últimos años las diez empresas comercializadoras más grandes se han hecho aún más grandes.
En 2006 ese club selecto de las diez primeras manejaba el 54% de los kilos comercializados en Almería y en 2012 casi el 68%. En términos de facturación estas compañías tienen un ascenso proporcional, ya que en 2006 aglutinaban el 64% de la facturación y hoy día casi el 75%.
En el otro extremo están las pequeñas en constante movimiento. “Dentro de las entidades de comercialización eran 72 las que comercializaban más de 10.000 toneladas en 2006, en 2012 siguen siendo igualmente 72. Por otra parte, las entidades de comercialización que comercializaban menos de 10.000 toneladas eran 57 en 2006, en cambio en
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