Aceptan penas de 22 meses y medio por conspirar para asesinar a un integrante de un clan rival

Los once integrantes del clan de Los Pertolos procesados por conspirar para asesinar a un miembro de la familia rival de Los Franceses tras varios enfrentamientos con víctimas mortales han aceptado cada uno de ellos penas de 22 meses y 15 días de prisión.

El juicio, señalado en dos sesiones a partir de este martes ante la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, no se va a celebrar después de que la Fiscalía acordase la modificación del escrito de calificación provisional por el que solicitaba un total de 113 años de cárcel. Uno de los procesados falleció durante el procedimiento.

Según han informado a Europa Press fuentes judiciales, los once acusados mostraron su conformidad en una vista celebrada el viernes con la calificación del fiscal, quien estimó que concurría la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas ya que los hechos se remontan al año 2004.

A la pena de 22 meses y medio de prisión hay que añadir para uno de ellos ocho meses por tenencia ilícita de armas ya que, durante la operación de la Guardia Civil que abortó el crimen planeado, se le intervino una pistola semiautomática de la marca Colt, con el número de serie borrado y en perfecto estado.

El tribunal dictó sentencia in voce y resolvió, a petición del Ministerio Público, la suspensión por un plazo de dos años de la condena impuesta a seis procesados mientras que para un séptimo se dictó suspensión por tres años al contar con antecedentes penales. Los otros cuatro acusados tienen abonada la pena tras su periodo en prisión preventiva por este caso.

Los acusados conspiraron en 2004 para asesinar a un miembro de la familia rival Los Franceses con la que habían mantenido tres enfrentamientos previos que se saldaron con el fallecimiento por arma de fuego de cinco personas. En concreto, entre los últimos meses de 2002 y 2003 se registraron en los municipios de Albox y Arboleas (Almería) "graves sucesos" entre ambas familias.

De la investigación para esclarecer el último tiroteo, ocurrido en febrero de 2003, agentes de la Guardia Civil averiguaron, gracias a la intervención de las comunicaciones de varios de los acusados, que el clan de Los Pertolos planeaba "vengar según la ley gitana" la muerte de sus allegados y culpaba a miembros de la familia Los Franceses.

Nuevas diligencias desvelaron que hasta ocho de los acusados, entre ellos el fallecido, "se pusieron de acuerdo y resolvieron asesinar a un integrante del clan rival" aunque la familia de Los Pertolos había decidido abandonar la provincia de Almería tras el último tiroteo y se había asentado en Peñalite (Jaén).

Durante ese tiempo, dos de las acusadas, madre e hija, se encargaron, con "total conocimiento y aprobación del plan urdido", de suministrar a los otros procesados la información necesaria sobre los movimiento de los integrantes de Los Franceses y recibieron a cambio un vehículo Renault, modelo Megane y alrededor de 600.000 euros.

La madre fue la que, además, aceptó el encargo de "buscar sicarios para materializar el plan de asesinato", así como "el de concretar la retribución económica que habrían de percibir" mientras que otros dos, pareja sentimental, prestaron colaboración de la misma naturaleza.