Mª Angeles Arellano
21:31 • 10 mar. 2012
El Observatorio Astronómico de Calar Alto quiere dar ejemplo y ha decidido cambiar su alumbrado exterior. Y es que, con la reciente delimitación del área de influencia de este centro (que afecta a 57 municipios de Almería y Granada y que ocupa 3.788 kilómetros cuadrados), los nuevos proyectos impulsados por los ayuntamientos y las empresas tendrán que tener en cuenta algunas cuestiones a la hora de colocar su iluminación exterior para proteger, precisamente, al Observatorio de Calar Alto.
Por ello, y aunque no está obligado a hacerlo, el centro astronómico ha decido cambiar su luminaria y dar ejemplo. “Queremos adaptarnos a la normativa aprobada recientemente de una manera ejemplar y que no se pueda decir que la entidad que ha estado promocionando esta medida se toma mucha tranquilidad a la hora de aplicarla. No es que tengamos muchos puntos de luz en el interior, pero queremos reformarlos para que sirvan de ejemplo para aquellos que quieren ver cómo se puede iluminar siendo respetuosos con el medio ambiente”, ha apuntado David Galadí, astrónomo y responsable de comunicación del centro de observación.
Apenas una treintena
El observatorio ocupa un recinto amplio, algo más de dos kilómetros, pero los edificios son pocos y los puntos de luz del exterior también son escasos, ya que oscilan sobre la treintena. La intención es, según ha explicado Galadí, instalar farolas que se enciendan solo cuando sea necesario, o bien pulsando un interruptor en el exterior o con sensores de movimiento, “mientras que ahora tenemos algunas luces que están encendidas toda la noche, aunque en realidad son muy débiles”.
Entre los requisitos que se han marcado desde el centro también está el instalar luces que envíen toda la luz hacia abajo y nada al cielo. “Ahora tenemos algunas luminarias que dan un poco de luz hacia arriba, aunque parezca mentira, y eso tenemos que corregirlo. Por último, queremos que la luz emitida sea monocromática, es decir, muy amarilla”, ha añadido.
Pero, a la hora de llevar a cabo este proyecto de cambio de alumbrado, Calar Alto se ha encontrado con un problema. “El mercado actual no nos está ofreciendo este tipo de productos. Estamos teniendo dificultades muy serias para encontrar lámparas de poca potencia de luz muy amarilla. Un tipo de bombillas que no se está usando para alumbrado”, apunta. El Observatorio de Calar Alto está en la actualidad manteniendo conversaciones con algunas de las empresas líderes en la producción de lámparas. “Sabemos que existe una que tiene intención de ofrecer, en un futuro más o menos cercano, este tipo de bombillas amarillas para el alumbrado exterior”.
Una reforma que, según Galadí, será pequeña, costará poco dinero y cuando esté en marcha va a ahorrar también muy poco dinero. “Pero la intención es que nuestra iluminación nos moleste lo menos posible y dar ejemplo”, ha apuntado el responsable de comunicación de Calar Alto.
Plan de ahorro energético
Una medida que se incluirá dentro de un plan de ahorro energético, “con el que a medio plazo también pretendemos adaptar todo el sistema de calefacción del observatorio para que se utilice energías renovables. Una iniciativa que está en una fase preliminar, pero nuestra intención es llevarla a cabo cuanto antes”, ha explicado David Galadí, aunque aún no está aprobada ni financiada.
Este astrónomo explica que en un municipio la mayor parte de su factura eléctrica se debe al alumbrado exterior y no a la calefacción de los edificios, mientras que asegura que en el caso de Calar Alto es al contrario. “Aquí gastamos muy poco en iluminación, pero bastante más en calefacción. Estamos a más de 2.000 metros de altitud y hace frío. Con este plan ahorraremos miles de euros al año”.
“El consumo de gasóleo en el observatorio es muy elevado y nuestra idea es utilizar energía solar térmica, biomasa y energía solar fotovoltaica, que permitiría ahorrar probablemente dos tercios del consumo actual en gasóleo”, apunta.
Por ello, y aunque no está obligado a hacerlo, el centro astronómico ha decido cambiar su luminaria y dar ejemplo. “Queremos adaptarnos a la normativa aprobada recientemente de una manera ejemplar y que no se pueda decir que la entidad que ha estado promocionando esta medida se toma mucha tranquilidad a la hora de aplicarla. No es que tengamos muchos puntos de luz en el interior, pero queremos reformarlos para que sirvan de ejemplo para aquellos que quieren ver cómo se puede iluminar siendo respetuosos con el medio ambiente”, ha apuntado David Galadí, astrónomo y responsable de comunicación del centro de observación.
Apenas una treintena
El observatorio ocupa un recinto amplio, algo más de dos kilómetros, pero los edificios son pocos y los puntos de luz del exterior también son escasos, ya que oscilan sobre la treintena. La intención es, según ha explicado Galadí, instalar farolas que se enciendan solo cuando sea necesario, o bien pulsando un interruptor en el exterior o con sensores de movimiento, “mientras que ahora tenemos algunas luces que están encendidas toda la noche, aunque en realidad son muy débiles”.
Entre los requisitos que se han marcado desde el centro también está el instalar luces que envíen toda la luz hacia abajo y nada al cielo. “Ahora tenemos algunas luminarias que dan un poco de luz hacia arriba, aunque parezca mentira, y eso tenemos que corregirlo. Por último, queremos que la luz emitida sea monocromática, es decir, muy amarilla”, ha añadido.
Pero, a la hora de llevar a cabo este proyecto de cambio de alumbrado, Calar Alto se ha encontrado con un problema. “El mercado actual no nos está ofreciendo este tipo de productos. Estamos teniendo dificultades muy serias para encontrar lámparas de poca potencia de luz muy amarilla. Un tipo de bombillas que no se está usando para alumbrado”, apunta. El Observatorio de Calar Alto está en la actualidad manteniendo conversaciones con algunas de las empresas líderes en la producción de lámparas. “Sabemos que existe una que tiene intención de ofrecer, en un futuro más o menos cercano, este tipo de bombillas amarillas para el alumbrado exterior”.
Una reforma que, según Galadí, será pequeña, costará poco dinero y cuando esté en marcha va a ahorrar también muy poco dinero. “Pero la intención es que nuestra iluminación nos moleste lo menos posible y dar ejemplo”, ha apuntado el responsable de comunicación de Calar Alto.
Plan de ahorro energético
Una medida que se incluirá dentro de un plan de ahorro energético, “con el que a medio plazo también pretendemos adaptar todo el sistema de calefacción del observatorio para que se utilice energías renovables. Una iniciativa que está en una fase preliminar, pero nuestra intención es llevarla a cabo cuanto antes”, ha explicado David Galadí, aunque aún no está aprobada ni financiada.
Este astrónomo explica que en un municipio la mayor parte de su factura eléctrica se debe al alumbrado exterior y no a la calefacción de los edificios, mientras que asegura que en el caso de Calar Alto es al contrario. “Aquí gastamos muy poco en iluminación, pero bastante más en calefacción. Estamos a más de 2.000 metros de altitud y hace frío. Con este plan ahorraremos miles de euros al año”.
“El consumo de gasóleo en el observatorio es muy elevado y nuestra idea es utilizar energía solar térmica, biomasa y energía solar fotovoltaica, que permitiría ahorrar probablemente dos tercios del consumo actual en gasóleo”, apunta.
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