Cuevas del Almanzora

El histórico Hostal Esperanza de Villaricos no encuentra quién lo quiera

El hostal se encuentra a la venta por menos de 500.000 euros

Vistas desde la terraza exterior del Hostal Esperanza.
Vistas desde la terraza exterior del Hostal Esperanza. La Voz
Marina Ginés
17:31 • 14 nov. 2022

Es raro preguntar a un vecino o veraneante de Villaricos que no recuerde haber estado alojado o simplemente almorzando en la terraza del restaurante del Hostal Esperanza frente al puerto. Y es que, la comida tiene un sabor especial con la brisa salada de la costa. Sin embargo, esta época pasó y el hostal cerró sus puertas hace a penas tres años. Hoy día el complejo se encuentra a la intemperie de que alguien tome las riendas del que fue un negocio próspero. Por menos de 500.000 euros podrías estar al frente del famoso Hostal Esperanza.

Un local que huele a los años 80 y 90, sin grandes lujos ni excesos, su mayor riqueza es sin duda su ubicación privilegiada frente al puerto. El hostal aprovecha al máximo estas vistas con grandes ventanales y terrazas de cara a la costa. Sin embargo, a pesar que no ha pasado mucho tiempo desde que sus puertas cerraron al público, quien entra hoy en este lugar puede sentir la desolación que da un edificio vacío de estas características y que en cierta forma deja ese olor impregnado a aquellos tiempos mejores cuando se encontraba a pleno rendimiento y abarrotado de gente. Esta propiedad de 563 metros cuenta con una recepción, baños, trastero y en su planta alta posee un hostal de 9 dormitorios completos.




Al entrar por la puerta principal, de aspecto antiguo y humilde, encuentras a la derecha el acceso al restaurante con una espectacular barra azul de madera algo desolada y descuidada ya por el desuso. Eso sí, cuando se abren los ventanales y la luz del sol inunda el salón principal y deja al descubierto las espectaculares vistas al puerto pesquero, las sensaciones y recuerdos que se pudieron vivir en aquel lugar se cuelan en tu mente imaginando cientos de historias de los que por allí pudieron pasar.








En la planta de arriba se encuentran las 9 habitaciones aún con su llave colgada de cada cerradura, con su respectivo llavero de madera tosca y pesado que identificaba el número de cada alojamiento como si el tiempo no hubiese pasado. Ahí mismo girando el pomo y abriendo una de las puertas encuentras una habitación ahora totalmente vacía que bien recuerda a una de las habitaciones de la casa de nuestros abuelos con lámparas típicas de los 80 o 90, el suelo y las ventanas. Sin embargo, es difícil también no ver todo el potencial de este lugar que tras 30 años de esplendor permanece a la espera de reabrir sus puertas al público.






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