El emocionante cántico de “Santa Bárbara bendita” vuelve a las minas almerienses

Este 4 de diciembre se ha celebrado el día de Santa Bárbara, patrona de los artilleros y mineros. En una provincia en la de forma histórica la minería ha jugado un papel económico y social fundamental, este día pasaba desapercibido hasta hace relativamente poco, una vez que la actividad minera fue en declive desde las últimas décadas del pasado siglo.

Sin embargo, ayer se escucharon los emotivos versos del famoso himno popular "Santa Bárbara bendita" en las inmediaciones de una mina almeriense. Se trata, de hecho, de la galería más visitada de la provincia, ubicada en Pulpí. Y es que desde que la Geoda Gigante pulpileña abrió al público, los trabajadores y algunos vecinos de este municipio han recuperado este día dedicado a Santa Bárbara así como su procesión en este famoso entorno minero.

"Desde que se abrió por primera vez la Mina Rica cada 4 de diciembre tenemos nuestra celebración de Santa Bárbara", cuenta el concejal pulpileño de Geoda, Juan Bautista López. De hecho, la devoción por Santa Bárbara siempre ha estado muy presente en esa Mina Rica, donde tiene un rincón dedicado a ella. Pero es cada 4 de diciembre cuando "la llevamos en procesión hasta la parte de arriba, donde se empiezan las visitas".

Para ello, en ese día tan señalado se finalizan las visitas en torno al mediodía y comienzan los actos por Santa Bárbara, a los que han acudido incluso antiguos mineros que se adentraban en esa misma mina con fines muy diferentes a los turísticos de hoy en día.

En esta particular procesión participan también las propias guías y trabajadoras de la Mina Rica y la Geoda Gigante de Pulpí. En total, más de medio centenar de vecinos que se han sumado a esta tradición recuperada allá por 2018 y que no dudaron en cantar lo que desde mediados de siglo pasado se convirtió en todo un himno para quienes trabajan en esta dura profesión.

Por lo tanto, es celebración es también un justo homenaje a todos esos pulpileños y trabajadores de otros lugares que décadas atrás se tenían que internar diariamente a esta mina. "Se les hace un homenaje a esos mineros que de algo macizo hicieron unas cavidades subterráneas preciosas bajo la Sierra del Aguilón", subraya el teniente de alcalde pulpileño.

Pese a las décadas transcurridas, la emoción sigue muy viva en este paraje hasta el punto de que, durante el recorrido, las lágrimas eran visibles en el rostro incluso de las asistentes más jóvenes. Eso sí, para volver a compartir buenos momentos y el espléndido presente de esta mina, los presentes compartieron posteriormente un arroz y sobre todo numerosas anécdotas de unos tiempos que distan mucho de los que se vivían en torno a esta zona hace varias décadas.