Vera

Seis jóvenes apalean y mandan al hospital a un compañero de instituto en Vera

Le dieron patadas y puñetazos, le rompieron el labio y el móvil y le robaron 50 €

El menor fue trasladado hasta el Hospital de La Inmaculada en Huércal-Overa.
El menor fue trasladado hasta el Hospital de La Inmaculada en Huércal-Overa.
Miguel Cabrera
20:30 • 27 ene. 2023

Un adolescente colombiano de 15 años fue brutalmente apaleado el pasado domingo en Vera sin motivo aparente por un grupo de seis jóvenes, algunos de su edad y otros algo mayores -aunque todos menores de 18 años-, que le propinaron patadas y puñetazos, le tiraron al suelo y acabaron rompiéndole el labio y causándole un traumatismo maxilofacial y multitud de contusiones, por lo que tuvo que ser trasladado hasta el Hospital de La Inmaculada en Huércal-Overa.  



La agresión fue denunciada ese mismo día por por Ángela M.C., la madre del adolescente, que ahora aguarda a que se celebre un juicio. De momento, la Benemérita no le ha podido aportar ningún dato sobre los agresores, al tratarse de menores de edad, aunque ella ha informado a este periódico de que se trata de un grupo de seis “jóvenes marroquíes” que en algunos casos, como sucede con el que según dice es el principal agresor, estudian en el mismo instituto que su hijo, El Palmeral. 



Ángela apunta que estos jóvenes “tienen amedrentados a muchos niños españoles y latinos, a los que ‘ordenan’ no salir a la calle durante los fines de semana en distintas zonas del pueblo. porque “según dicen es su territorio”.



Olga, otra mujer colombiana, madre también de un adolescente en Vera, confirma que su hijo “no sale los fines de semana por miedo a estos chicos”, y lo mismo sucede con otros niños que conoce. “Llevo nueve años aquí y nunca había visto nada igual”, asegura.



Le tiraron al suelo



La agresión se produjo sobre las 14,30 horas del domingo, cuando H., el menor agredido, se dirigía en compañía de tres amigos -dos chicas y un chico- a comer a un restaurante. Cuando pasaban frente al IES Alyanub, se encontraron de frente con el grupo de adolescentes marroquíes, de forma que uno de éstos chocó su hombro, supuestamente de forma intencionada, con el de H. “Inmediatamente fue agredido por diversos chicos”, según dice la denuncia presentada en la Guardia Civil. A continuación “le golpearon en la cara, le tiraron al suelo y le dieron patadas”. Uno de los puñetazos propinados, presuntamente por el principal agresor, rompió el labio de H, y comenzó a sangrar de forma abundante por la boca, según ha informado a este diario N., una de las amigas que acompañaba a la víctima. 



N. explica que cuando vieron llegar de frente al grupo de jóvenes “marroquines” -como ella les llama- los cuatro amigos se echaron a un lado “en fila india” en la calle “porque parecía claro que ellos, que iban por el centro, no estaban dispuestos a apartarse”. Según añade, H. iba el último, de forma que ella solo se dio cuenta de que se encontraba en problemas cuando empezó a escuchar golpes. “Me di la vuelta y vi que H. estaba rodeado por los marroquines, que le estaban pegando, aunque yo no podía verle en un primer momento”.  Segundos después, se hicieron hueco entre los agresores y vieron a su amigo tendido en el suelo y a uno de los agresores encima golpeándole “mientras los compañeros del agresor “se reían y le jaleaban”.  



Debido a los golpes que sufrió, la riñonera que H. portaba con dinero, el móvil y llaves, cayó al suelo. Según la madre del agredido y los amigos que le acompañaban, dos de los agresores “aprovecharon para coger el dinero que llevaba”, 50 euros, mientras que el móvil quedó destrozado al caer al suelo. 


“Yo estaba en shock, no entendía por qué estaban pegando a mi amigo”, dice N. C, el otro muchacho que acompañaba a H. con el que también ha hablado este periódico, afirma que aún después de levantarse del suelo su amigo recibió “una patada en la cara, cerca del ojo” de la que aún tiene señales, como ha podido comprobar este diario.


"Me habrían matado"

Ángela, la madre de H., dice que por fortuna en la zona había un hombre, también de nacionalidad marroquí, que al ver lo que ocurría se dirigió al grupo de compatriotas para pedirles que dejaran de pegarle. “Ya está bien, hermanos, dejarle tranquilo”, les dijo, según una de las amigas de H. El chico agredido, que estudia cuarto de ESO, dice estar convencido de que de no ser por este hombre la agresión podría haber ido a más. “Me habrían matado”, ha dicho a su madre.


Ángela ya se ha dirigido a los responsables del instituto El Palmeral para pedir medidas de protección para su hijo cuando vuelva al centro, algo que espera suceda la próxima semana, cuando le quitarán los puntos en el labio, aunque de momento en el centro le han dicho que aún no han recibido notificación de la Guardia Civil, la Fiscalía o el Juzgado de Menores, si bien se han comprometido con que aplicarán inmediatamente los protocolos establecidos para estos casos


La madre del agredido reconoce su “enorme preocupación” por lo sucedido a su hijo: “Somos una familia que tuvo que salir huyendo de Colombia porque teníamos una fábrica y nos extorsionaron. Hemos llegado a España por protección internacional y lo que menos quiero ahora es volver a enfrentarme a una situación de violencia. “¿Dónde voy a salir corriendo ahora con mi marido y mis hijos?”, se pregunta.


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