Adra mira hacia un futuro de ciudad

Si soñar es un paso indispensable para conseguir el futuro imaginado, los sueños que se impulsan a partir de realidades tangibles tienen más visos de alcanzarse. Bien puede ser este el caso de Adra. El histórico municipio de origen fenicio del Poniente almeriense (en torno a 26.000 habitantes a día de hoy) acaricia un futuro prometedor, basado en la diversidad de su tejido económico y en la atención que presta tanto a sus saberes tradicionales como a no perder el tren de la modernidad y de la vanguardia. Así se ha puesto de manifiesto en el encuentro Adra ante su futuro, celebrado este jueves en Venta Nueva, organizado por el grupo de comunicación de La Voz de Almería, con la colaboración del Ayuntamiento de la localidad. 

Las bases sobre las que se sustenta el presente de Adra, cuyo crecimiento social y económico durante los últimos años -excepción hecha de los años de la pandemia- es muy evidente, vienen de su tradición y, al mismo tiempo, son las mismas con las que quiere labrarse un futuro aún más prometedor, tal y como ha puesto de manifiesto el alcalde abderitano en la apertura de este encuentro. Manuel Cortés ha reseñado cómo la ciudad de Adra -cuya condición es esa, la de ciudad, además de ser también Villa- ha logrado asentar un presente muy sólido que aventura unos próximos tiempos llenos de oportunidades. "Somos un referente en la provincia de Almería, pero queremos seguir creciendo y avanzando", explicaba el alcalde al inicio del acto, al que asistieron cerca de 300 personas. 

Y las bases no son otras que actividades con tanto arraigo en Adra como la agricultura, la pesca y demás oficios relacionados con el mar, entre ellos el sector naval, el comercio y la artesanía. Pero también el turismo que, aunque ha experimentado un desarrollo menor que otros sectores por, entre otras razones, la falta de alojamientos para visitantes, está viviendo recientemente un impulso gracias a la apuesta municipal por promover la implantación de apartamentos turísticos, tal y como explicó Cortés.  De igual manera, en una ciudad que es sinónimo de patrimonio histórico y de actividad cultural, las actividades económicas ligadas a la creatividad, al arte y a la cultura representan un paso adelante vanguardista que mejora la herencia de las generaciones anteriores y permiten diversificar la oferta y las oportunidades de empleo.  

Todos estos elementos han sido abordados en un interesante y dinámico coloquio protagonizado por representantes de varios de estos sectores: Javier Carmona, director de marketing de La Unión, gigante de la comercialización hortofrutícola almeriense que ha instalado una revolucionaria fábrica de congelados en Adra; Elena Funes, diseñadora de moda que se ha hecho conocida por diseñar alta costura con materiales reciclados de los invernaderos; José Bogas, empresario del comercio Bogas Shop, y Nicolás Casas, responsable de Astilleros Mariscos Calafate. 

Cada uno de los cuatro participantes han mostrado perspectivas complementarias entre sí, que dibujan en conjunto el presente y el futuro de Adra, explicando, en primer término, el origen de sus negocios, así como sus proyectos para los próximos tiempos y lo que vaticinan para Adra a medio plazo. Todos han coincidido en que la localidad abderitana reúne condiciones para convertirse en una ciudad referente en la que desarrollar un proyecto vital de calidad, con oportunidades de empleo, ocio, cultural y bienestar familiar.