Un virgitano cataloga todas las semillas en una enciclopedia

La única enciclopedia de semillas hortícolas que existe en el país se edita en Almería. Su autor es José Marín, un virgitano de 54 años, técnico de campo, que lleva más de dos décadas radiografiando y actualizando todas y cada una de las casas de semillas implantadas en España y haciendo un seguimiento exhaustivo de sus mejoras varietales.

“Los agricultores me pedían que les aconsejase sobre una u otra variedad, me di cuenta que solo había catálogos por separado; pero ningún volumen que recogiese todas las semillas y, por eso, nació este vademécum de semillas hortícolas”, describe.

Portagrano es el nombre de este libro de cabecera que se editó por vez primera en 1991 y que se reimprime cada dos años. Por tanto, son más de dos décadas recopilando la evolución de las semillas hortofrutícolas. Del último volumen, correspondiente a 2011/12, el portagrano de José Marín identifica un total de 39 empresas de semillas en España y 5.070 variedades.

En marzo de 2013 su autor espera sacar un nuevo número, que será el decimocuarto, y que por primera vez tendrá una versión en Internet y en los smartphone. “La idea es poder llevar el portagrano en el móvil”, señala.

Marín comenta que este vademécum es una herramienta útil de trabajo, al igual que lo es el vademécum de fitosanitarios que ya existía con anterioridad a éste.

La evolución de las semillas

El portagrano se ha convertido en estos años en una biblioteca, ya que es la mejor (por no decir la única) obra de referencia que recopila de forma detallada la evolución de las semillas. De este modo, este ingeniero está en disposición de describir los cambios que han vivido los cultivos almerienses en las últimas décadas.

“En pimiento, por ejemplo, se observa que el tipo rectangular (lamuyo) no ha evolucionado, pero sí el tipo cuadrado (california) en el que se busca uniformidad de tamaño, que es lo que pide el mercado, aunque aún no se ha conseguido”, explica.

Añade la novedad del tipo cónico largo (dulce rojo italiano) que “se puede comer como postre, tiene un alto nivel de azúcar y mucha vitamina C”.

En tomate estas últimas campañas se ha diversificado mucho. Tomates de muchos tipos y variedades. “El tomate que el cliente quiere, es el concepto”, subraya, “se busca sabor, consistencia y duración postcosecha”.

En el caso del calabacín, “se ha evolucionado a variedades de frutos más oscuros y lisos”. Marín enfatiza que el reto actual en este cultivo es lograr variedades partenocárpicas (sin polinización) que mantengan la calidad de fruto.

En pepino, evidentemente, ya se evolucionó hacia ese tipo de semillas. “Ahora solo se buscan variedades que resistan a hongos y virus”, resume.

Berenjena, melón y sandía

En cuanto a la berenjena, “ahora manda la semilarga morada, que mantiene color y consistencia”. Sin embargo, precisa que “la rayada tiene mejor sabor, pero más problemas de producción en invierno por su sensibilidad al frío”.

José Marín destaca que el melón galia tiende hacia variedades de larga vida, con menor sabor, pero con más duración postcosecha y pensadas para una mejor venta y comercialización. En melón piel de sapo se va hacia un tamaño más pequeño de fruto.

Y en sandía el camino es bien preciso: el triunfo casi absoluto de las variedades sin semillas.