Uleila del Campo

Un niño almeriense con discapacidad, sin colegio porque le niegan el transporte

La familia solo puede llevarle desde Uleila a Olula del Río dos veces a la semana

Yolanda Bull junto a su hijo José Ángel
Yolanda Bull junto a su hijo José Ángel La Voz
Miguel Cabrera
20:30 • 05 may. 2023

José Ángel, un niño almeriense de 14 años con una grave discapacidad, no puede ir al colegio a diario porque la Junta de Andalucía le ha denegado el transporte escolar, un servicio que la familia necesita, puesto que vive en Uleila del Campo, a más de 45 kilómetros del centro de educación especial en el que actualmente está matriculado, en Olula del Río. 



José Ángel, que padece un trastorno psicomotor inespecífico, vive con sus padres y una hermana menor, y desde la pasada Semana Santa debería acudir a diario al centro de educación especial en Olula, como acordaron la administración educativa y la familia en una reunión celebrada el pasado febrero.



Sin embargo, por distintos motivos los familiares no tienen tiempo ni medios para llevarle al centro más de dos días a la semana, como están haciendo hasta ahora desde hace un mes. “Cada día que vamos nos supone 30 euros en gasolina, dice Yolanda Bulm, la madre del menor, que además dice que tiene otra hija pequeña que atender y que no le es posible viajar a diario hasta Olula, como tampoco puede hacerlo su marido por su trabajo.



 Hasta la pasada Semana Santa, el menor estudiaba en el Colegio público Juan XXIII de Los Gallardos en un aula específica para alumnos con discapacidad, donde era trasladado por un servicio de transporte escolar aprobado por la Delegación de Educación, aunque la familia recuerda que cuando empezó a estudiar en este centro, a los nueve años, también tuvieron que llevarle durante tres meses por sus propios medios, hasta que el transporte fue aprobado. 



Necesita más cuidados



Sin embargo, una vez que el niño cumplió 14 años y necesita de cuidados y atenciones que no son posibles en el colegio de Los Gallardos, la Inspección Educativa propuso la reunión mencionada, en la que participaron representantes de la dirección del colegio y los padres del menor. En ella se trasladó a los progenitores la propuesta de la inspectora de referencia del centro, de que el alumno fuera matriculado en el centro de Olula del Río ante “las dificultades del colegio de Los Gallardos para ofrecer los recursos y la atención educativa que el alumno precisa”.



En dicha reunión, la educadora del colegio expuso que el centro de Olula sería el más adecuado para el niño, ya que dispone, afirmó, de todos los recursos necesarios para atender sus necesidades, como médico y enfermero, fisioterapeuta, maestros especialistas, monitores escolares, piscina, comedor escolar, horario hasta las 17,00 horas y grupos adaptados a las distintas edades. 



El padre del menor, José Pérez, se mostró entonces muy receptivo ante la propuesta realizada, aunque puso como único impedimento la resolución del transporte escolar, ya que recordó que cuando se incorporó al colegio de Los Gallardos tardó tres meses en conseguir la aprobación del mismo. 


Yolanda Bull asegura que la inspectora les prometió entonces que no habría ningún problema para aprobar el transporte escolar, por lo que los padres accedieron a la propuesta.


Denegada

Sin embargo, hoy, un mes después de que se matriculara en Olula, los padres se encuentran con que no solo no ha sido aprobado el transporte, sino que se ha denegado. “Después de la primera semana nos dijeron que los estaban estudiando, la segunda semana mantenían que ya estaba gestionado y al mes nos informaron de que no había sido aprobado”, afirma la madre del menor, quien sospecha que en realidad se trata de un problema de dinero, puesto que su hijo necesita de un vehículo con conductor y un monitor para trasladarle a diario a Olula. 


Este periódico se ha puesto en contacto con la Delegación de Educación , que ha asegurado que “se están realizando las gestiones oportunas para dar una respuesta a la familia a la mayor brevedad posible”.


Sin embargo, los padres alertan de que a la mayor brevedad posible debe significar “ya”, puesto que el curso está muy cerca de su fin, y sospechan que son solo largas para dejar pasar este tiempo que queda. “Queremos que se apruebe cuanto antes, sobre todo para que en septiembre no nos encontremos con el mismo problema, teniendo en cuenta que es un servicio que mi hijo necesita como persona con discapacidad y como menor de 16 años que debe estar escolarizado", concluye la madre.


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