El pasado lunes cuatro de septiembre llegaron hasta Mojácar la
Vieja todo el equipo de técnicos y voluntarios de Memolab
para arrancar con la que será la quinta expedición
arqueológica que transcurrirá hasta el próximo 29 de
septiembre en el yacimiento mojaquero para recabar toda la
información sobre cómo se organizaban y vivían los ciudadanos de
esta civilización prehistórica. Esta será la quinta campaña de
excavaciones, pero la segunda campaña dentro del proyecto general de
investigación con las intervenciones sistemáticas en Mojácar
aprobado por la Junta de Andalucía.
El proyecto de la
Universidad de Granada: Memolab-Laboratorio de Arqueología
Biocultural, dirigido por José María Civantos, es un espacio
de investigación y difusión, en el ámbito de la arqueología
medieval, pero que aporta una perspectiva menos habitual, más
social, aunando arqueología y medio ambiente. El objetivo principal
es alfabetizar a la población de la importancia real del patrimonio
histórico y cultural de nuestros pueblos, por este motivo una parte
imprescindible para este equipo de arqueólogos es la participación
activa de todo aquel que lo desee.
"El yacimiento
estará abierto al público, pero no solo para que se acerquen
observen y pregunten", recalcó el director de la organización,
sino que también anima a los curiosos a participar en las labores de
excavación. "Es una forma única de conocer nuestra historia,
la idea es que sea una intervención abierta para que la gente
descubra junto a nosotros Mojácar la Vieja y ese patrimonio que es
de todos, además es la mejor forma de aprender y de
transmitirlo".
Algunos de los hallazgos más
significativos en las últimas campañas han sido "descubrir
las diferentes partes del castillo", entre las que el director
de Memolab enumeró: "una zona de guardia con espacios comunes y
zonas de almacenamiento y a media ladera esa puerta del castillo.
Además, el año pasado descubrimos que tenía una doble puerta
delante, con una nueva muralla que hace que descubriésemos la
potencia de este castillo que contaba con muchas defensas".
Pero las
expediciones no sólo se han centrado en la parte defensiva sino que,
mucho más retirado de esta zona en la parte del pueblo "excavamos
algunas casas, de las cuales no solo nos ayudaron a conocer como se
organizaba el urbanismo municipal, sino que una vez dentro de las
viviendas se han observado algunas peculiaridades del día a día de
esta civilización". Una de las cosas que más llama la atención
de la gente que visita el yacimiento y las labores arqueológicas en
estar parte es que las camas estaban hechas de obra con espacios de
almacenamiento bajo el colchón, "lo que hoy conoceríamos como
un canapé", bromeó el experto.
También se han
encontrado objetos relacionados con actividades
artesanales dedicadas a los textiles, "que era lo más
habitual en la época". En esta quinta expedición los técnicos
y voluntario se centrarán en las zonas de viviendas más cercanas a
las puertas del castillo para ver que tipo de viviendas o estructuras
encuentran aquí, un lugar sin duda que aún tiene mucho por contar y
por descubrir y que guarda los secretos de parte de los antepasados
prehistóricos del Levante Almeriense.
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