Desde hace unos años, el yacimiento de Mojácar la Vieja, donde se asentaba la antigua población musulmana está siendo objeto de diferentes excavaciones que desde su inicio no han dejado de proporcionar importante información histórica.
Este último año los trabajos de excavación se han centrado en los exteriores de la muralla, lo que ha permitido a los investigadores según ha anunciado el Ayuntamiento de Mojácar identificar "cómo era la villa" y cómo vivían los
mojaqueros "entre el siglo XII y el siglo XIII".
De este modo, con la última excavación se han ampliado los hallazgos acerca del urbanismo, compuesto por "casas en torno a patios y viviendas
que parecen tienen dos alturas", además del hallazgo de silos y tinajas para "la recogida del
agua desde los terrados, filtrándola y haciéndola potable".
Entre los descubrimientos que ha dado como resultado estos trabajos también cobran especial protagonismo los relacionados con diferentes actividades artesanales, comerciales y laborales, como son los "dormitorios, cocinas y elementos que están relacionados con la
industria textil, la transformación y conservación de los
alimentos, horno comunitario y una cantera a partir de la cual se
obtenían los materiales para la construcción y otros muchos
elementos".
Junto
a los relacionado con el urbanismo el Consistorio también ha informado de restos de cerámica, demostrando así "que se
fabricaban en el asentamiento" así como restos "de fauna", entre los que destaca "una
vértebra de cetáceo, muy singular" y que cuenta con pocos ejemplos en el contexto medieval. También llama la atención el "hallazgo de una
olla con caracoles, que no eran alimento permitido por su religión.
Para dar una idea de la alimentación y de su modo de vida, se ha
podido localizar una cocina con un ataifor o fuente con restos de la
comida que se iría a servir a la mesa junto a una cuscusera. Es la
calificada como “última cena” de Mojácar la Vieja por sus
descubridores. Hay presencia igualmente de semillas que muestran la
flora de la zona.
Todo
esto, en su conjunto, va dando una imagen completa y al mismo tiempo
más compleja de Mojácar la Vieja, aunque se siga sin tener claro de forma definitiva cómo surge este primer asentamiento. Los nuevos resultados obtenidos tras
un mes de trabajos en el yacimiento fueron presentados por el equipo
de arqueólogos de la Universidad de Granada a los
vecinos de la localidad en la Fuente de Mojácar.
Tras
la bienvenida a cargo del alcalde de la localidad, Francisco García y su agradecimiento al equipo de arqueólogos venidos desde
todos los puntos de la geografía española, los miembros del equipo
de investigación, por especialidades, fueron relatando a los
asistentes los diferentes descubrimientos realizados a lo largo de
esta campaña.
José
María Martín Civantos, coordinador del laboratorio Biocultural,
MEMOLab, de la Universidad de Granada, destacó en sus conclusiones el potencial que desde el primer año ya se dejó
ver y que se va demostrando conforme se van ampliando las áreas de
excavaciones.
Ya
no sólo en el recinto fortificado, con sus dos murallas, una en la
zona superior donde se encontraba el espacio de fortificación
militar y estaba representado el estado almorávide y los principios
del estado nazarí, también en la zona inferior, la parte de
caseríos y sobre todo con una defensa monumental, con hasta 18
torres que rodeaban todo el cerro y con una torre puerta. Por si
quedaba alguna duda de su importancia, el pasado año localizaron
otra más exterior, una doble muralla, que hacía más compleja la
fortificación.
Los trabajos ahora intentarán seguir dando luz sobre si los mojaqueros de hace siglos "eran gente que vivían en pequeñas alquerías y
surgen en un proceso de concentración de la población dirigida para una mejor defensa o es una tendencia general que hace que se
concentren las familias y van formando pequeñas ciudades como es
Mojácar la Vieja, que no tiene la categoría de medina (ciudad) pero
que empieza a semejarse cada vez más", detallan. Lo que sí se tiene claro es "la
presencia del estado y sus representantes", en la misma.
Por lo tanto, Mojácar la Vieja es considerada como "cabecera de un
distrito", a lo que hoy llamamos un término municipal. "De hecho este es
el origen de la estructuración del territorio que todavía perdura,
con una cabecera administrativa donde está la representación del
estado, en torno al cual hay alquerías de carácter rural que
siempre están en conexión con la actividad productiva que son
fundamentales para la vida".
Para poder
interpretar el origen de Mojácar la Vieja, para Matín Civantos y su
equipo, es importante "recuperar toda la información que está
desapareciendo: acequias, norias, molinos y con ellos la memoria de
todo este patrimonio que es el que ha configurado el entorno del
paisaje de Mojácar, junto con la costa y la sierra"-
Entre sus tareas,
los arqueólogos responsables de las excavaciones quieren completar
todos estos datos y darle sentido para poder ir transmitiéndolos a
los vecinos y visitantes, ofreciendo también un recurso que está llamado a ser un motor del desarrollo social y cultural para la localidad creando al mismo tiempo comunidad e identidad.
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