El Centro Biotecnológico rescatará variedades autóctonas de tomate

El tomate no solo es la hortaliza que más produce el campo almeriense en volumen y más vende en términos de facturación, sino que además es el principal producto que vertebra la economía provincial. De ahí que el proyecto sobre tomate que hay aprobado en el Centro de Investigación en Biotecnología Agroalimentaria, BITAL, perteneciente a la Universidad de Almería (UAL), sea de vital importancia y de un marcado valor estratégico.

Según explica el director del centro, Rafael Lozano, el proyecto está aún pendiente de obtener la financiación necesaria para su mantenimiento durante los dos años que hay previstos para el desarrollo de este estudio. “Se trata de la mejora de las variedades tradicionales de tomate almeriense”, comenta este catedrático de Genética.

La recuperación de cultivares autóctonos, con más sabor y una excelente calidad de fruto; o la recuperación de esos viejos aromas y sabores casi olvidados son aspectos que abordará este trabajo de investigación, cuyos resultados podrán ser aplicados y llevados al sector productivo almeriense.

Pero éste no es el único proyecto que tiene concedido BITAL, hay otros dos más e incluso alguno que está en fase de aprobación. Son iniciativas que cuentan con socios iberoamericanos y del norte de África. Suponen también dichas líneas de investigación la transferencia de conocimiento entre distintos centros tecnológicos y la interacción con el sector privado.

Uno de esos proyectos se centra en la subvalorización de productos de IV y V gama, en colaboración con países sudamericanos.

Del mismo modo, en la última Expo Agro, que se desarrolló hace unos pocos días, la Universidad de Almería, a través de BITAL, celebró una mesa de trabajo con distintas comercializadoras que han implementado, o están interesadas en hacerlo, alguna línea de producto vinculada a los alimentos de IV y V gama.

Entre dichas empresas estaban Alhóndiga La Unión (ya tiene una fábrica de IV gama en La Redonda), Hortofrutícola Costa de Almería (elabora pimientos asados en su fábrica de V gama de Tierras de Almería), Agrupaejido o la murciana Bionet o Camposeven, situada ésta en Cartagena.

Observatorio

En el tercero de los proyectos, que ha sido concedido recientemente, trabaja el profesor de Genética de la UAL, Juan Capel, que explica que “consiste en crear un Observatorio biotecnológico, a nivel hispano, para formar a técnicos agrícolas de ambas orillas del Atlántico”.

En la Universidad almeriense están pendientes de que lleguen ingenieros de otros países, Perú y Argentina son los que participan, a modo de intercambio de conocimientos. Más adelante, Juan Capel tiene previsto viajar a estos países para completar este proyecto.

Iniciativas que son posibles gracias a la existencia de BITAL, un centro surgido en 2010, pero cuyas actividades hasta ahora han tenido una escasa difusión mediática.

Rafael Lozano destaca el espíritu por el que surgió BITAL: “En la Universidad de Almería había multitud de grupos de biotecnología agroalimentaria y muchos ni se conocían entre sí, la idea fue unirlos en torno a BITAL, donde colaboran 70 investigadores de la UAL”. Por último, subraya la vocación del centro por ser sensor que identifique las necesidades en investigación que demandan las empresas.