Son las 15:22 horas del jueves 23 de diciembre de 1993. Juan Antonio Campoy Medina es casi un niño y a esa hora empieza a tocar y hacer sonar su nuevo órgano que le ha comprado recientemente su padre con los auriculares puestos. Lo hace al ritmo del pasodoble 'Francisco Alegre'. De pronto, un estruendo ensordecedor que abriga a todo el municipio abderitano y alrededores. Se acababa de producir un terremoto de magnitud 5,0 (escala de Richter) con una intensidad de VI grados estando la zona epicentral situada entre Adra y Berja.
La tierra tembló en Adra, y con ella el corazón de miles de abderitanos, que por espacio de algunos interminables segundos se paralizó, presa del más absoluto desconcierto e incredulidad, mientras los objetos de adorno de las estanterías caían,se volcaban las macetas, las paredes de algunas casas se agrietaron, los edificios por sus juntas de dilatación se separaban milímetros y en algunos casos se separaban de los pilares a los que estaban adosados.
La gente huyó despavorida buscando espacios libres de peligro y se congregó en su mayoría en el Puerto y Paseo Marítimo, algunas de ellas, con zapatillas, batas de andar por casa, delantales, señal inequívoca de que cuando ya había pasado el movimiento telúrico, habían salido con lo puesto a la calle. Los casos registrados fueron numerosos pero no hubo que lamentar daños personales. Las réplicas se mantuvieron bien avanzado el mes de enero de 1994.
Juan Antonio Campoy se convertiría así (que se sepa) en el primer español que ha tenido la suerte de poder grabar en vivo y en directo, el tremendo ruido que produjo el terremoto, primero de los que después sacudió esta localidad marítima del Poniente Almeriense.
Los técnicos Juan Galán y Emilio Carreño, del Instituto Geográfico Nacional, se hacían en su poder de la cinta magnetofónica que les serviría para ilustrar los estudios que realizaban esos días en la provincia de Almería.
Juan Antonio Campoy era un joven, por entonces, de 16 años, que estudiaba por entonces 1° de BUP en el Instituto de Bachillerato de Adra, después de haber cursado sus estudios de EGB en el Colegio Público “Mare Nostrum” de Adra.De carácter abierto, simpático y alegre, compaginaba sus estudios de bachillerato con los de música,estando matriculado en 4º Curso del Conservatorio Elemental de Música de El Ejido, actividad a la que se dedicaba.
Una vez regresó Juan Antonio Campoy Medina a su domicilio al cuál abandonó junto a su familia por piernas, se percató que había dejado grabando en la pequeña pletina que tenía incorporado el órgano y que para su sorpresa, cuando rebobinó la cinta para ver donde había dejado de tocar el pasodoble, y cuál no fue su sorpresa que cuando se dio cuenta el ruido se había grabado.
La voz del joven y su 'sonido' iban de la mano por los programas de las emisoras locales y nacionales como en el 'Hoy por hoy' de la Cadena SER, con Iñaki Gabilondo.
Aunque no pasó miedo, sí recuerda aquel grito de su madre llamándolo: “Nene, quita la televisión y vámonos rápido para abajo'. Él se dejó el micrófono conectado y todos los aparatos funcionando, ya que en esos momentos no da tiempo a pensar fríamente en nada. Hoy en día, treinta años después, Juan Antonio Campoy se dedica fundamentalmente a componer, a tocar el piano y también suelen llamarle para que toque en restaurantes, verbenas, banquetes, fiestas o bautizos.
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