Podría decirse que Alhabia es una 'rara avis'. En una época en la que las ciudades no dejan de crecer y los pueblos del interior tienden a desaparecer a medida que lo hacen sus mayores, este pequeño municipio de la Alpujarra Almeriense ha ganado en número de habitantes, superando los 700 en el último censo, un buen número de ellos jóvenes, con casi un centenar de alumnos en el CEIP Juan XXIII y otro puñado más menores de 20 años.
No deja por ello de ser paradójico que este pueblo, con tanto futuro por delante, se vea obligado a quedarse anclado y verse obligado a no poder contar con nuevas infraestructuras y servicios. La culpa de ello la tienen 750.000 euros que su Ayuntamiento tiene de deuda con la Seguridad Social, que imposibilita que Alhabia pueda optar a recibir una serie de subvenciones (aquellas que no sean por concesión directa) para mejorar el pueblo o, también, para comenzar a liquidar una deuda aún mayor, de 7 millones y medio de euros. Todo ello, arrastrado "por la gestión de las últimas tres décadas".
Con esa problemática, al frente del Ayuntamiento se encuentra, desde las pasadas elecciones municipales, Luis Manuel Martínez Amate (PP), que es, con 26 años, el alcalde más joven de toda la provincia, y que tiene ante sí el enorme reto de desbloquear esta situación. Tras cuatro años como portavoz de la oposición (ya se presentó como candidato, con 21 años, en las elecciones de 2019), logró la mayoría con cinco concejales frente a cuatro del PSOE.
Una gestión que le ha llevado hasta la capital en el último momento hace que llegue unos minutos más tarde de lo acordado. En la mesa de su despacho, varios post-it con nombres, números de teléfono o tareas pendientes de realizar. Vecino del pueblo, donde nació, se crió y estudió en el CEIP Juan XXIII hasta 2º de la ESO, de ahí a terminar en Alhama de Almería y más tarde hacer la FP de Emergencias Sanitarias en El Ejido, voluntario de Cruz Roja con 16 años y técnico de ambulancia del Hospital Torrecárdenas, actualmente en excedencia, ha mantenido desde su adolescencia una relación cercana con el anterior alcalde, José Núñez (PSOE) a través de la colaboración en actividades, principalmente de carácter religioso, pero "jamás imaginaba que me iban a proponer como cabeza de lista por un partido", en este caso, el PP. Eso sí: "cuando te señalas con un partido, la relación comenzó a cambiar", aunque "sigue siendo cordial y buena".
En sus años en la oposición, "sabíamos que las cosas estaban mal, pero tampoco teníamos todos los datos, había mucha opacidad". Llegó a sentir "impotencia" y a plantearse "dimitir" por ello. Incluso presentó la renuncia, pero fue rechazada en pleno. Al llegar a la Alcaldía, el pasado mes de junio, todavía con 25 años, fue cuando vio lo que había. "Si pudiera volver atrás, igual me lo pensaba", reconoce. "El Ayuntamiento estaba peor que mal, no me lo podía imaginar que estuviera tan mal", añade.
Por otro lado, "tenía las ganas y la juventud", y eso le hizo tirar hacia delante. "Ahora tenemos un problema detrás de otro, pero vamos tapando y parcheando", pero "pasarán años y años para que Alhabia se recupere" porque "si no hubiera habido un cambio político, el Ayuntamiento estaba para que lo intervinieran".
"No había secretario, ni contabilidad, no había papeles ni contratos firmados. Cuando entré yo, fue la primera vez en diez años que se pagaron cargas sociales a los trabajadores. Lo que sí había era una deuda de 7 millones y medio de euros, con 750.000 de Seguridad Social que te bloquea cualquier tipo de subvención, y sentencias judiciales por otras deudas con empresas que tienen que ser ejecutadas". Estas últimas que llevaron incluso a que se cortaran ciertos suministros que se han restablecido ahora una vez se han empezado a hacer pagos. "Para ir a comprar un boli, hemos tenido que hacer álgebra y malabares", comenta.
"Somos el único municipio que no tiene PFEA porque no estamos al corriente con la administración, nuestra lucha es quitar esa deuda de la Seguridad Social para poder afrontar todo lo demás", pero para ello "el Ministerio tiene que ceder y condonarnos esa deuda. Aunque hagamos un esfuerzo, pero es inviable, no podemos pagar un inaplazable de 150.000 euros de golpe y una cuota de 10.000 euros al mes durante cinco años, que es lo que nos piden. No podemos soportarlo. Es la pescadilla que se muerde la cola: hasta que no nos quitemos esa deuda no nos va a entrar nada, pero es que hasta que no nos entre nada no podemos quitarnos la deuda", explica.
La situación es de total bloqueo y reconoce que "no vamos a poder cumplir lo que llevábamos en nuestro programa, con el Centro de Día, la Casa de la Juventud, o terminar la guardería, que lleva incompleta desde 2020. Los vecinos son conscientes de cuál es la situación y ahora incluso vienen a los plenos, que antes no venían. Ahora mismo, nos conformamos con poder abrir la piscina municipal el próximo verano, quitar la deuda de la Seguridad Social y conseguir que llegue el PFEA".
Envió cartas a la Diputación Provincial de Almería, la Junta de Andalucía y al Gobierno de España. "Tuve que hacer una llamada de socorro. La Diputación y Javier Aureliano García se están volcando con nosotros y nos va a asistir económicamente, que es diferente a subvencionar, y la Junta con Juanma Moreno nos ha desbloqueado la Patrica, que estaba también cortada por falta de documentación. Falta que nos responda Pedro Sánchez y el Gobierno y que condone la deuda, porque en Madrid eran conscientes de lo que pasaba aquí y eso nos soluciona el problema. En el pleno municipal presentamos una moción y el PSOE votó en contra del interés de Alhabia".
Imaginación no le falta para buscar medios y recursos. "Las actividades de Navidad nos han costado poco más de 400 euros, para dar las comidas, la chocolatada o las uvas. Cuando entramos, las fiestas patronales estaban ya contratadas, verbalmente, porque no había expedientes de contratación por parte del anterior equipo de gobierno, por 30.000 euros, y al entrar nosotros cancelamos esos acuerdos y las hicimos por la mitad", cuenta, ya fuera del despacho, y junto al árbol de ganchillo y los muñecos de jengibre hechos con cartones por la AMPA Virgen del Rosario que se ubican frente al Ayuntamiento. El reto es grande.
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