Pleitos tengas y los ganes. Es el conocido refrán que a buen seguro
habrá sido pronunciado en más de una ocasión en el domicilio de
Antonio Cerrillo, el alcalde pedáneo de Almanzora (Cantoria) y
asesor en el Ayuntamiento de este municipio. En cuestión de pocos
años ha visto cómo la justicia le ha absuelto tras dos denuncias
contra él, ambas impulsadas por el Partido Popular de la localidad,
que actualmente ocupa la oposición.
El origen de la más reciente se
remonta al pasado mes de mayo, cuando una de las concejales del
Partido Popular cantoriano denunció a Cerrillo por una presunta
"agresión verbal" con "amenazas y coacciones"
que se habría dado durante un encuentro entre ambos en una tienda
del municipio.
En el auto judicial
se subraya que con respecto a las supuestas lesiones “no obra en
autos ni se ha puesto de manifiesto en el acto de plenario por parte
de la denunciante que en algún momento Antonio agrediera o
contactara físicamente” con la edil popular “con la intención
de causarle daños personales”.
Una versión
“ratificada” de hecho por testigos que también aportaron su
declaración durante el pasado proceso judicial, quienes sí que
aseguraron “haber presenciado una discusión con un tono de voz alto
por ambas partes, sin más”. De hecho, el parte de lesiones y el
médico forense según la justicia “constatan un estado de ansiedad
y nerviosismo pero no lesiones causadas directamente por el
denunciado”.
Del mismo modo, el
fallo del Juzgado Mixto Número 3 de Huércal-Overa defiende la "la
presunción de inocencia” de Antonio Cerrillo al recordar que, en
casos como el de esta denuncia, “quien afirma la culpabilidad ha de
demostrarla y es a la acusación a quien corresponde suministrar la
prueba de la culpa del ciudadano presumido inocente”.
Así, la justicia dio por no demostrada “la culpa” y absolvió a Cerrillo en este
proceso abierto tras la denuncia de la concejal del PP, recordando
también que “es el acusador quien tiene que probar los hechos y la
culpabilidad del procesado” y que no es éste quien tiene “que
demostrar su inocencia”.
“Gilipoyas”, otra ‘amenaza’
El otro proceso judicial derivado de otra denuncia de la oposición contra Cerrillo se cerró años atrás (en 2018) y también fue motivado por una presunto delito leve de coacciones del asesor de la alcaldesa, Puri Sánchez, tras llamar “gilipoyas” al entonces portavoz popular. En este caso, la Audiencia Provincial de Almería absolvió a Antonio Cerrillo, que también es marido de la alcaldesa de Cantoria (PSOE), tras haber sido condenado en primera instancia a una multa de 600 euros, después de ese altercado en el que llamó gilipollas a José María Llamas, portavoz de la oposición (PP), y hermano del exalcalde de la localidad condenado por prevaricación urbanística e inhabilitado por más de 15 años con la suma de distintas condenas.
De este modo, Cerrillo se dirigió de este modo al hermano del exalcalde en un Pleno en el que la oposición se refería a él con la clara intención de provocar una airada respuesta de la alcaldesa, aunque si bien esta circunstancia no se dio sí que provocó la reacción de Cerrillo, presente la sesión plenaria. La Audiencia Provincial absolvió a Cerrillo del delito leve de coacciones, dejando sin efecto cualquier medida acordada frente al mismo por tal causa ya que según la justicia “no quedaron quedado probadas” las amenazas “que el denunciante refiere hacia su persona"
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