Las Negras vuelve a oír las olas del mar

Las Negras vuelve a oír las olas del mar. Al menos, así lo afirman sus vecinos, los miembros de la Junta Directiva de la asociación vecinal que, tras muchos años de críticas y manifestaciones por temas como la limpieza, los ruidos o las peleas, ve cómo todos estos problemas, que habían generado una situación incómoda, se están solucionando, eso sí, poco a poco. 

La Asociación de Vecinos de Las Negras ha hecho un agradecimiento público al Ayuntamiento de Níjar por la gestión que se está llevando a cabo con este núcleo de población nijareño en los últimos meses, coincidiendo desde la llegada a la Alcaldía de José Francisco Garrido.

“Queremos dejar claro que nunca hemos tenido color político ni lo tendremos. Nunca llueve a gusto de todos, pero que llueva o no, no tiene que ver con hacer cumplir las normativas y leyes, y por primera vez en años vemos cómo en Las Negras, por fin, se está actuando conforme a la ley”, explica la Junta Directiva.

Desde la asociación vecinal apuntan que “Las Negras se estaba convirtiendo en lo que nunca fue, un lugar en el que la fiesta descontrolada, la suciedad, los ruidos y peleas iban de la mano. ‘Paraíso Las Negras’ nunca quiso ser eso. Las denuncias reiteradas de los vecinos no obtenían una respuesta contundente y reunión tras reunión con la anterior corporación no daban frutos”, añaden.

En este sentido, señalan que “al principio hubo una buena respuesta, pero luego ya fueron todo pegas, hasta para poner papeleras”, y que “tampoco intervenían en los problemas de ruidos en determinados sitios en los que no se podía estar a causa del fuerte volumen de la música”.

Ahora, las cosas han cambiado para Las Negras, afirman. Un conocido local de restauración, el Café del Cabo, incluso, tuvo que cerrar por una cuestión de licencia. “El Ayuntamiento simplemente ha actuado, se están llevando actuaciones que tenían que haberse llevado a cabo hace tiempo. No vamos en contra de nada ni de nadie, solo queremos que se cumplan las normas y que sirvan para reestablecer la convivencia en el pueblo”.

Actualmente, “hemos mejorado en limpieza y en orden. Aún quedan cosas por hacer, pero volver a poder oír las olas del mar en la playa es un primer paso”.