Guardianes de la uva de La Alpujarra adoptan 1.500 parras históricas

La uva de mesa y el trabajo de parralero fueron en su día el puntal que sostenía la economía de los pueblos de La Alpujarra. Hoy día, aquel brillo de barriles llenos de este fruto que cruzaban el Atlántico hacía el continente americano se ha apagado y sus parras secado, pero aún existen intrépidos que trabajan para mantener vivo este legado. Con el firme propósito de rescatar la rica biodiversidad de la comarca, un año más se ha celebrado el reparto de parras de variedades históricas.

Esta cita  que tuvo lugar en la Plaza de España de Alhama de Almería reunió a partir de las 12:00h a una multitud de vecinos, que no quisieron perderse esta fiesta de la arqueología de la uva. Un total de 1.500 parras que se han desarrollado en un vivero de la provincia, encontraron un nuevo hogar,  y apadrinadas por sus benefactores han garantizado su supervivencia y regeneración. La iniciativa fue un autentico éxito, llevándose cada persona dos ejemplares de las parras.

Reparto dentro y fuera de la provincia

El GEM lleva tres décadas trabajando en el rescate de las más de 200 variedades históricas de parras registradas en la provincia a través de su Campaña de Biodiversidad Domesticada. En colaboración con la Diputación de Almería y el Ayuntamiento de Alhama de Almería se repartieron ayer 38 variedades diferentes de este registro histórico como la Datilillo de Padules, Blanca de Mala Sangre o Turruntesa Negra entre otras.

Países como Francia, México o Portugal, así como el patronato de la Alhambra en Granada solicitaron por correo electrónico algunos de estos ejemplares históricos, los cuales serán enviados por medio del GEM. Otra de los apadrinamientos señalados durante este día, fueron los realizados por el Ayuntamiento de Canjáyar, el cual se ha hecho con 26 parras para engalanar la futura Plaza de los Parraleros del pueblo, y varios colegios que pondrán estos ejemplares en los programas de 'ecoescuelas'.

Para el GEM, así como para el gobierno Provincial el objetivo está bien claro: la preservación y el desarrollo de estas especies históricas. Para que este milagro ecológico surta efecto y se mantenga en el tiempo, radica en que sean los propios almerienses quienes mantengan vivas estas uvas que representan el pasado y el futuro de la agricultura tradicional almeriense.

Salvaguarda de la biodiversidad y de un legado sociocultural
En este sentido, el coordinador de la Campaña de Biodiversidad auspiciada por el GEM, Antonio Rubio daba las gracias a todos los asistentes y señalaba que "estas parras son únicas en el mundo y son especiales que solo se encuentran en la provincia de Almería. Son joyas de la agricultura almeriense". Por su parte, Carlos Sánchez, diputado de Promoción Agroalimentaria señalaba la importancia del reparto de parras porque con "esta actividad podemos mantener nuestras tradiciones, nuestra agricultura y nuestro modelo productivo". 

La Plaza de España de Alhama de Almería vibró con el compromiso de la comunidad hacia la preservación de su herencia vitivinícola, medioambiental y cultural. "Alhama de Almería no se conocería sin las parras. La historia del municipio se ha escrito con tema uvero" indicaba el alcalde de Alhama de Almería, Cristóbal Rodríguez, y dio las gracias  las gracias al Grupo Ecologista Mediterráneo y a la Diputación Provincial de Almería por hacer posible estas jornadas y mantener estas tradiciones: "Me siento orgulloso de que sea hoy Alhama de Almería el municipio que acoge este reparto de variedades tradicionales".

Las 1.500 parras, ahora cuidadosamente adoptadas por sus nuevos guardianes, representan más que simplemente plantas; son símbolos de un esfuerzo conjunto por salvaguardar la diversidad y la historia que yacen en cada pueblo de La Alpujarra. Así como el impulso por una conexión renovada entre la tierra, la historia y las generaciones presentes y futuras.