El almeriense que ha soplado más de 100 velas en su último cumpleaños

Un siglo y tres años de vivencias, de historias entrelazadas con el tejido del tiempo, convergen en la celebración del cumpleaños de Diego Fernández Contreras, el vecino más longevo de Canjáyar, pero 'chorreón' de pura cepa. A sus 103 años recién cumplidos, la vida de Fernández Contreras es uno de esos testimonios vivos de la historia rural de la provincia. De la desgracia de una juventud interrumpida por la ignominia de la guerra y de la dureza de reinventarse tantas veces como fuera menester para salir adelante.

Diego Fernández vino al mundo un 24 de abril de 1921 en el municipio de Sorbas, y hace 4 días soplaba las 103 velas de su cumpleaños en la Plaza Nueva de Canjáyar, rodeado de su familia y compañeros de partido. A lo largo de este siglo, al que este hombre parece haber decidido desafiar, su vida ha estado ligada a dos pilares fundamentales: el trabajo en el campo y su apasionado compromiso con la política local. "Ya tengo dicho a mis hijos e hijas que cuando venga las elecciones europeas me tienen que llevar a votar".

Fernández Contreras, a pesar de su avanzada edad, muestra una vitalidad envidiable y un sentido del humor intacto. Además de sentirse "preocupado" por que le hagan la declaración de la renta todos los años, ya que no quiere tener "problemas con hacienda". A pesar de pasar gran parte de su tiempo en una silla de ruedas y valerse con ayuda, su mente rápida, lúcida y divertida es un reflejo de su espíritu indomable.

Más allá de los Pirineos y el 36

Mayor de 6 hermanos, y también padre de 6 vástagos; Diego dejó la agricultura sorbeña por la canjilona a la edad de 18 años, sin embargo, poco le duraría el proyecto de la vega y la uva de mesa. El estallido de la Guerra Civil cambió sus planes de agricultor y se alistó a los 19 años como soldado voluntario en el Ejército Popular de la República, junto con otros dos amigos del pueblo.

Destacado en el frente de Levante "luchó contra el fascismo" como Carabinero en la 211ª Brigada Mixta dentro de la 40 División. Una fuerza que fue condecorada con la Medalla al Valor por su destacada intervención durante la defensa de la 'bolsa' de Caudiel (Castellón), y muy desgastada en los combates de Teruel.

Como muchos otros jóvenes que combatieron en el aquel penoso episodio de nuestra historia, Diego sufrió represión, y se vio avocado a empezar desde cero en una España que partía desde el mismo punto. En un momento dado se echó la manta a la cabeza y cruzó los Pirineos en busca de un futuro en la vendimia francesa, para luego volverlos a cruzar para trabajar como minero en Barcelona.

"Que me lleven a votar"

Convertido en esposo y padre de familia volvería al municipio alpujarreño en 1969 donde cosecharía una vida al tiempo que también lo haría en la vega, en el Río Chico y en el Río Grande. Pudiera ser que sus vivencias en los belicosos años 30 y 40 marcaran un punto de inflexión en su vida, ya que la vida de agricultor la compaginó con la agrupación canjilona del Partido Socialista Obrero Español. Los que le conocen saben que no perdona unos comicios electorales sin ir a votar.

Ahora, después de un siglo de vida, antes de introducir el voto en la urna, Diego lo mira y remira frente a los presidentes de mesa, para comprobar que lleva la papeleta apropiada a sus ideales políticos. Su presencia en las urnas es más que un acto cívico en la democracia canjilona; es un símbolo de compromiso ciudadano, que perdura a lo largo del tiempo y que inspira a las generaciones venideras.

Como muestra de cariño ,la agrupación socialista de Canjáyar, liderada por Antonio Simón, candidato a la alcaldía canjilona, y María Ángeles Guzmán, secretaria General del Partido, organizó junto con la familia de Diego una pequeña fiesta de cumpleaños para rendir homenaje a su militante y vecino más longevo. Fernández Contreras recibió un pin del fundador del partido y una placa conmemorativa, amén de la tarta, que nunca puede faltar en estos actos. "Espero que el año que viene vuelvas con la misma salud", comentaba el homenajeado a Guzmán, con una sutil pizca de ironía, dejando entrever su vitalidad y humor a pesar del paso de los años.