Tíjola

Las alfombras más espectaculares (y efímeras) de Almería

La colorida y única Festividad de la Virgen de Fátima gana visitantes y participación vecinal

Guillermo Mirón
08:52 • 13 may. 2024 / actualizado a las 09:06 • 13 may. 2024

Todo es relativo y, como es obvio, la percepción de la distancia no escapa a esta máxima. Un kilómetro y medio puede parecer insignificante para quien afronta una jornada de senderismo. Sin embargo, esa misma distancia convierte al pueblo de Tíjola en algo único gracias a las impresionantes alfombras coloridas de serrín que decoran sus calles, tal y como ocurrió ayer.

Se trata de unos 1.500 metros de alfombras de serrín con figuras y mensajes que llenan de color la Festividad de la Virgen de Fátima. Tanto como lo que ocurre sobre ellas. Y es que esta celebración, declarada recientemente de Interés Turístico de Andalucía, se ha ganado a base de devoción, convivencia y participación convertirse en una de las fiestas con mayor proyección turística de la provincia.



Visitantes
Lo ocurrido en el día de ayer mostró esa merecida popularidad que está ganando esta tradición. “Esto es para ir grabando por todas las calles”, comentaba una visitante a su acompañante mientras admiraba, como otros tantos turistas, los diseños y el colorido de las alfombras de serrín.

Mientras, los vecinos, una vez acabada la tarea de decorar sus calles, se reunían en torno a las barras y los altares para disfrutar juntos de este día. Un ambiente que describía así el alcalde tijoleño, José Juan Martínez, durante la procesión de la Virgen de Fátima, que tiene lugar por la tarde entre pólvora y vítores. “Hemos tenido mucha afluencia de público, con gente que nos ha visitado por ejemplo desde Almería capital o incluso de otras provincias”. 



Involucración
Pese a la complejidad de las espectaculares alfombras y al trabajo que requieren, otro elemento que hace única la Festividad de la Virgen de Fátima es el aroma a pueblo que desprende, como también subrayó su alcalde. “Desde primera hora los vecinos han participado en la realización de las alfombras”, valoró antes de hacer referencia a esa “convivencia” en la que “participan todos, desde pequeños de 4 años hasta personas mayores de 70 años”.

Implicación vecinal, celebración, colorido y devoción. Ingredientes que no pueden más que resultar en una afluencia y difusión cada vez mayor, como la que está logrando esta festividad. “Es una de las fiestas más identitarias de nuestro municipio y creo que va a más”, añadía ayer el regidor con acierto, salvo en una cuestión. La espectacularidad e idiosincrasia de esta celebración hace que, pese a que sea imprescindible mantener su esencia tradicional, su repercusión traspase los límites del municipio tijoleño para erigirse como una de las grandes festividades de la provincia.








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