La finca experimental Universidad-Anecoop ensaya con éxito injertos en pimiento

El injerto en tomate o sandía es incuestionable hoy día. Sin embargo, en el segundo cultivo más importante de la provincia, el pimiento, es un tema que aún no se plantea a pie de invernadero. Donde sí hay avances es en el ámbito de la innovación.

El grupo de investigación de la Universidad de Almería AGR 2000, Producción Vegetal en Sistemas Mediterráneos, liderado por los profesores Francisco Camacho y Javier Tello, trabaja con ensayos de injerto en pimiento en la finca experimental UAL-Anecoop. Estas investigaciones se hacen en el marco de un proyecto que atraviesa ahora su ecuador y que concluirá a finales del próximo año. Sin embargo, ya hay interesantes conclusiones preliminares, especialmente en el pimiento tipo ramiro, tras las pruebas hechas a lo largo de este último año.

“Hemos visto que hay una gran diferencia de calidad entre el pimiento ramiro que se injerta y el que no”, describe el catedrático Francisco Camacho, “el pimiento ramiro injertado envejece más tarde, produce más kilos por planta y frutos de más calidad”.

Ramiro y california

El ramiro injertado tiene un ciclo largo que va desde Navidad hasta el mes de noviembre. En la finca UAL-Anecoop este cultivo ha alcanzado los tres metros de altura, algo insólito para un pimiento.

El objeto de estas investigaciones es buscar si es posible, gracias al injerto, mantener una producción de pimiento más estable en pleno invierno, que tolere mejor las bajadas de las temperaturas y sus oscilaciones; ya que la caída del termómetro en meses como febrero merma la calidad y la cantidad de frutos.

Los ensayos se hacen en ramiro y en california. En este último, según señala Camacho, “hay menos diferencias de calidad, de hecho es muy similar si es con o sin injerto; pero en cambio sí hay más kilos por planta”.
Por su parte, Javier Tello, añade que “son más vigorosas las plantas de pimiento con injerto y se produce hasta un 30% más”.