“Nos han cortado la luz y el agua habiendo doce menores”

Una familia de Benahadux se puso en contacto con LA VOZ para denunciar la situación que están viviendo. En un bloque en el que 14 adultos y 12 menores viven ocupando todas sus viviendas, las empresas de agua y luz les han cortado los suministros. Este periódico ha acudido al lugar para conocer sus demandas de primera mano. 

Diego David Corral, su portavoz, asegura que la vivienda estaba deshabitada y no pertenece a ningún particular: “Nosotros entramos en 2023, hace algo más de un año. En el anuncio ponía que el piso estaba embargado. Tengo constancia de que hay casas que son de una promotora que se fue a la quiebra; otras, son del banco y otras tienen dueño, que murió. Si fuera de un particular ya se habría enterado y estaría en contacto con nosotros”. 

“El piso estaba dado por vandalismo, porque no tenía instalación de luz, no tenía instalación de desagüe y las puertas de todas las casas estaban abiertas. Para entrar solo había que empujar la puerta del portal porque habían entrado ya anteriormente y se habían llevado la instalación de la luz, del gas, todo lo que servía para poder venderlo. Y entramos y lo ocupamos”, asegura.

“No nos negamos a pagar”

Continuando con la situación de la vivienda, Diego recalca que “no nos hemos metido en la casa de alguien que se ha ido de vacaciones ni en un chalet de 2 o 3 millones de euros como sale en la tele. En el anuncio, este bajo estaba valorado en 28.000 euros. Nos hemos metido en casas que estaban abandonadas”. Además, añade que “desde el minuto uno no nos negamos en ningún momento a pagar el agua y la luz. A mi me ponen para pagar la casa, la luz y el agua yo no tengo inconveniente, si yo firmo un contrato y me pego dos meses sin pagar la luz y el agua yo salgo de la casa sin que tengan que echarme. Quiero facilidades pero también pongo los medios”. 

“Sabemos que lo hemos hecho mal, sabemos que es una cosa que está penalizada, pero cuando te encuentras en esta situación no te queda otra. No nos negamos a pagar. De hecho lo buscamos desde el primer día, pero nadie nos hace caso”, asegura Diego.

Menores

“Yo vivo en uno de los bajos, en el que hay tres niños mejores de diez años. Mi vecino también tiene tres menores. El hijo de una vecina tiene cinco días y mi pareja está embarazada de seis meses. Hay doce menores en total y somos catorce adultos”, comenta. 

“Hemos pedido ayuda para escolarizar a los niños. Ayuda que no hemos tenido. Le hemos pedido ayuda para poner el agua y la luz. Ayuda que no hemos tenido. Nos han cortado la luz y el agua habiendo doce menores. Nosotros intentamos ir a citarnos con el Ayuntamiento y creo que el único que ha hablado del piso con la alcaldesa he sido yo, y simplemente dice que no nos puede ayudar”, asegura. 

“Tenemos constancia, por gente de otros pueblos que conocemos, que la propia Guardia Civil o la Policía o el Ayuntamiento te puede facilitar un papel detallando que vivimos aquí para que podamos escolarizar a los niños y ponernos la luz y el agua, independientemente de que nos vayan a echar el día de mañana o no. No queremos un papel que diga que la casa es nuestra, queremos un papel que diga que estamos habitando la casa mientras que la habitemos, pero nadie se hace cargo”, menciona una de las presentes.

La vida sin luz ni agua

“Aquí, en el pueblo, hay un pilar que es donde se lavaba la ropa antiguamente. Hemos cogido un par de veces agua de ahí, para asear un poco las viviendas y a nosotros mismos, pero han cerrado el pilar”, comenta. Por otra parte, relata cómo se las están arreglando: “Algún vecino que sí se considera de nosotros a veces nos da una garrafa de agua. Sin tener muchos recursos tenemos que ir a otro pueblo a pedir algo de ayuda a familiares que nos puedan dar agua. Y luz… cuando llega la noche nos ponemos en el portal y cuando tenemos sueño nos acostamos, poco más”.

Horas después del encuentro, Diego contactó con LA VOZ tras descubrir, asegura, que les “han atascado el sumidero, por donde van las aguas fecales. Le han echado hormigón a la arqueta de la calle. Ya no es que nos corten los suministros, es que no quieren que usemos ni el servicio”.