El pequeño pueblo almeriense al que comparan con una famosa isla de Grecia

Pueblo de casas blancas, playas de aguas cristalinas y vistas espectaculares

Una visitante disfrutando del entorno de La Isleta del Moro.
Una visitante disfrutando del entorno de La Isleta del Moro. Francisco G. Luque
Tito Sánchez Núñez
20:10 • 17 sept. 2024

Las islas griegas son mundialmente famosas por sus paisajes pintorescos, caracterizados por sus casas blancas que contrastan con el profundo azul del mar Egeo. Estas islas ofrecen una mezcla de belleza natural, con playas de aguas cristalinas y montañas escarpadas, junto con una rica historia y cultura. Muchas de ellas conservan una arquitectura tradicional, callejones estrechos y vistas espectaculares desde sus acantilados.



Algunas de estas islas son más conocidas son las de Santorini, Creta o Mykonos. Precisamente, con esta última han comparado a un pequeño pueblo marinero de la costa almeriense en el que sus casas blancas, su belleza natural, su ambiente tranquilo (cuenta con menos de 200 habitantes) y las aguas cristalinas del Mediterráneo recuerdan a estas.



Pese a ello, La Isleta del Moro ha logrado mantener su esencia tradicional, evitando el turismo masivo y preservando su encanto. Su playa principal es la del Peñón Blanco, conocida por su arena suave y aguas tranquilas. A pocos minutos de allí se encuentra la cala de los Toros, más pequeña y apartada.



A nivel histórico, fue un refugio de piratas bereberes, y su nombre honra al caudillo Mohamed Arráez. Hoy en día, el lugar mantiene su esencia pesquera y es conocido por ofrecer actividades al aire libre como el senderismo y el buceo. Los senderos cercanos permiten descubrir playas como Los Escullos o explorar el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en trayectos ideales para los amantes del senderismo que ofrecen vistas espectaculares del litoral, donde el contraste entre las montañas volcánicas y el azul del mar crea un paisaje inolvidable.



La Isleta del Moro es un destino perfecto para aquellas personas que buscan tranquilidad y una experiencia más auténtica, lejos de las multitudes que suelen caracterizar a destinos turísticos más conocidos, habiéndose convertido en una de las grandes joyas del Mediterráneo.






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