La conserje que ha conquistado a todo un instituto que ahora pide su continuidad

Las vivencias y el aprendizaje que supone el paso por el instituto suele dejar en los alumnos una huella imborrable. Para el recuerdo quedan innumerables momentos compartidos con compañeros, lecciones inolvidables de profesores y el trato diario con personas y profesionales que, más allá de los docentes, forman parte del día a día de los jóvenes, como los siempre atentos y cercanos conserjes.

Este último caso, el de una conserje que sin excepción, todos y cada uno de los días del curso recibe con unos más que protocolarios buenos días y una sonrisa a cientos de alumnos, es el que ha hecho que la emoción se desbordara hace tan sólo una semana en el IES El Palmeral de Vera.

Eso sí, en este caso no se trataba de unos ‘buenos días’ más sino de una despedida. Entre pasillos repletos de alumnos y de profesionales del instituto, Purificación Hortal (conocida por todos como Puri) recorrió -quizás- por última vez esas instalaciones tan familiares tanto para ella como para quienes no dudaron a la hora de participar en este acto de homenaje mostrando con sus aplausos el respeto que Puri se ha ganado a pulso, a base cariño y profesionalidad) a lo largo del pasado curso y lo que va del actual.

Tanto es así que el instituto ha enviado un escrito a la Junta de Andalucía para pedir la continuidad de Puri. En el mismo se destaca cómo “la señora Hortal ha desempeñado sus funciones” con una dedicación “ejemplar y un nivel de compromiso que ha sobrepasado nuestras expectativas”. Mediante este documento, el centro refleja negro sobre blanco cómo “desde el primer día de su incorporación, ha demostrado ser una persona proactiva, profesional y entregada, cuya actitud ha tenido un impacto altamente positivo tanto en el personal docente como en el alumnado del centro”.

En el mismo queda claro que el papel de Purificación no ha sido el de las tareas cotidianas de todo conserje con las que “ha cumplido con la máxima eficiencia” sino que “ha desempeñado un papel esencial en la creación de un ambiente acogedor y positivo en el centro”. Por estos y otros motivos, desde el instituto público veratense han solicitado “respetuosamente” a la delegación provincial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional que “se valore la posibilidad de prorrogar el contrato de la señora Purificación Hortal Ramos en el IES El Palmeral, en tanto que cumple con las competencias y cualidades que se requieren para su función y ha demostrado ser un miembro indispensable de nuestra comunidad educativa”, confiando en que la propuesta “sea recibida favorablemente”.

El cometido no es fácil, ya que los procesos para la contratación en un centro público de un profesional debe seguir el protocolo establecido. Algo que conocen en el instituto pero que no les frena en su intento de encontrar las posibles vías que permitan la continuidad de Puri tras la jubilación de la anterior conserje. “La señora Hortal ha cubierto, en régimen de media jornada, la vacante parcial que quedaba en la conserjería en apoyo de la señora Ana Parra Zurano, quien hoy se jubila tras muchos años de servicio”, recuerdan en el escrito antes de hablar del emotivo acto.

“La despedida de ambas profesionales, que ha tenido lugar en el día de hoy, ha sido un momento profundamente emotivo para toda la comunidad educativa, y la ovación espontánea que el alumnado dedicó a la señora Hortal es un claro reflejo del afecto y reconocimiento que se ha ganado durante su tiempo con nosotros”, se asevera en el documento antes de describir el modo de enfrentarse a su trabajo de la conserje.

“Cada día ha llegado con una sonrisa y palabras de aliento para todos, lo que ha contribuido de manera inestimable al bienestar y a la cohesión de la comunidad educativa. Su compromiso con el alumnado y el profesorado es un testimonio de su calidad humana y de su profundo sentido de pertenencia al centro”. Esas sonrisas siguieron presentes en el rostro de Puri el pasado jueves aunque, en esta ocasión, entre lágrimas de emoción durante una despedida que, ojalá, sea tan sólo un hasta luego.